Foto: Tecnológico de Monterrey
Las incongruencias de las medidas contra el covid
Julio Serrano*
No hace sentido. Mientras que en Estados Unidos y otros países desarrollados no se requiere el uso de cubrebocas para utilizar un aeropuerto o volar en avión, en México es obligatorio. El contraste es notorio. Podemos movernos sin restricciones en un aeropuerto atiborrado de gente en una ciudad estadunidense solo para que nos requieran poner un cubrebocas para abordar un vuelo de Aeroméxico.
Las contradicciones no acaban ahí. En restaurantes del país podemos prescindir del cubrebocas cuando estamos en la mesa, pero hay que usarlo cuando nos paramos al baño. Y quizá la más flagrante: establecimientos comerciales (incluidos restaurantes y bares) pudieron dar servicio al público antes de que las escuelas permitieran el regreso de sus alumnos. Es difícil encontrar la lógica.
Las múltiples incongruencias de políticas públicas que ha traído la pandemia no se limitan a nuestro país. En EU, por ejemplo, ya no se requiere de una prueba covid para entrar al territorio, pero sí de un comprobante de vacunación, sin importar cuándo se administraron las dosis.
Lo cierto es que nunca han existido criterios uniformes en lo que respecta al combate al covid. En un inicio, ante la novedad del virus y la enorme incertidumbre sobre sus consecuencias y susceptibilidad al contagio, era entendible que no hubiera consistencia. Pero a más de dos años de que estalló la pandemia y de múltiples estudios científicos confiables, ¿por qué no hay criterios claros? ¿Por qué no han establecido lineamientos estándar en todo el mundo? Si en efecto se ha demostrado que los cubrebocas funcionan, por ejemplo, ¿por qué en EU y otros países desarrollados no lo requieren en sus aeropuertos y aviones? ¿Qué sabe México que estos países no saben (o viceversa)? Gobiernos de todo el mundo dicen guiarse por la ciencia en la toma de decisiones sobre el covid. Entonces ¿por qué no se ponen de acuerdo? ¿Qué no la ciencia marca la pauta?
Una hipótesis sobre las diferencias tan marcadas en las políticas sobre el covid es el índice de vacunación de los distintos países. Puede ser que los más vacunados estén más dispuestos a adoptar una postura más laxa, mientras que los menos prefieran una más estricta. Pero no es el caso. China cuenta con un alto nivel de dosis administradas por cada 100 habitantes, superior al de México e incluso al de Estados Unidos, y aun así es uno de los países con mayores restricciones, con una política de cero tolerancia.
Como suele suceder en estos y otros casos, mi impresión es que las diferencias tienen que ver más con política que con ciencia (o con lógica). China puede buscar ser muy estricto por ser el país donde se originó el virus y querer contrarrestar la crítica sobre su manejo inicial de la pandemia. Parte de la razón por la que el gobierno mexicano no ha quitado varias de las restricciones del cubrebocas puede ser porque quiere compensar por su lenta respuesta inicial. Nunca hay que subestimar los incentivos políticos.