Foto: OCC Mundial
La desventaja de ser mujer con tez más oscura
Luis Monroy-Gómez-Franco1 y Roberto Vélez Grajales2
Ser mujer y tener tono de piel oscuro son dos características independientes de las habilidades y el potencial de las personas que, injustamente, afectan negativamente la movilidad social. Las mujeres se enfrentan a más barreras para la movilidad social ascendente y lo mismo sucede con las personas con tonos de piel más oscuros. Sin embargo, ahí no termina el asunto. Además de lo anterior, hay que resaltar que la intersección entre ser mujer y tener tonos de piel más oscuros intensifica la afectación negativa sobre las rutas de movilidad social. Tratándose de características físicas, la solución del problema se ubica en el diseño y operación institucional del país. No basta con declarar un rechazo a las prácticas de desigualdad de trato, sino que requerimos de una reestructuración profunda de los esquemas de acceso a oportunidades y de los mecanismos establecidos de reconocimiento y asignación de recompensas en los distintos mercados.
México es un país en donde la distribución de recursos económicos entre sus habitantes es altamente desigual, y así lo ha sido desde antes del nacimiento del país como nación independiente. Detrás de eso existe un andamiaje institucional que permite a algunos tener acceso a un mayor conjunto de recompensas a la par de bloquear el acceso a otras personas3. Ese andamiaje, que en la literatura especializada se conoce como el régimen de estratificación, distribuye el acceso a recursos a partir de una serie de características físicas, que al denotar diferencias entre las personas, han servido históricamente para delimitar quiénes forman parte del grupo beneficiado. No es que las desigualdades están asociadas naturalmente a esas características, sino que las desigualdades se han construido tomándolas como base.
Para darle sustento a lo anterior, en este espacio explicaremos los hallazgos de un reciente artículo académico que escribimos con Gastón Yalonetzky4. En particular, nos centramos en cómo se distribuyen las posibilidades de movilidad social de una generación a otra entre las personas de acuerdo con su género y su tono de piel, así como a las diferentes combinaciones que existen de esas características. Nos centramos en una aproximación intergeneracional y de frecuencia de ascenso en la escalera social. Al enfocarnos en esta dimensión podemos observar el impacto acumulado del régimen de estratificación sobre las trayectorias de vida de las personas. Si sistemáticamente ciertos grupos sociales son favorecidos, eso se traduce en una alta probabilidad de persistencia intergeneracional en la parte alta de la distribución. Si por el contrario, son grupos sistemáticamente desfavorecidos, entonces observamos una alta reproducción de la pobreza. Cabe mencionar que el componente intergeneracional se define como el cambio en la posición que una persona tiene en la distribución de recursos económicos del país ocurrido entre la posición que ocupaba su hogar de origen, el que habitaba a los 14 años, y su hogar actual. En cuanto a la dirección de la movilidad experimentada, observamos si la posición relativa que se ocupa en la distribución actual es más alta (baja) que la que ocupaba el hogar de origen. Si lo anterior sucede, entonces nos referimos a movilidad social ascendente (descendente).
Una alta persistencia de posiciones en la escalera social entre una generación y otra está asociada a una distribución desigual y altamente concentrada de las oportunidades. La literatura en esta materia sobre México señala que tanto el género como el tono de piel de la persona son circunstancias socialmente relevantes en la distribución de oportunidades que se ven reflejadas en una baja movilidad social5. Dependiendo del tono de piel o la adscripción étnica6 , de si se es hombre o mujer7 , es el patrón de movilidad social que se observa. Pero más allá de eso, con nuestro estudio cubrimos un faltante en los estudios empíricos: la intersección de ambas circunstancias y cómo ella genera patrones de movilidad social diferenciados según otras circunstancias de las personas, como, por ejemplo, la posición en la escalera social de sus hogares de origen.
Un primer hallazgo importante es que no encontramos diferencias en los patrones de movilidad intergeneracional de las personas de tez más clara. Es decir, independientemente de si son hombres o mujeres, las personas de tez clara tienen la misma probabilidad de permanecer en la parte más alta de la distribución si ahí se encontraba su hogar de origen. Asimismo, comparten la misma probabilidad de salir de la parte más baja de la distribución si su hogar de origen se encuentra ahí. Vale la pena recordar, además, que los tonos de piel más claros son los que tienen una mayor probabilidad de persistir en la parte superior de la distribución.
Nuestro segundo hallazgo es que lo anterior no sucede para el resto de las tonalidades de piel, es decir, en esos casos sí existe un gradiente ligado a la incidencia de las normas de género que coloca en desventaja a las mujeres. Las mujeres de tonos de piel intermedios tienen una mayor probabilidad de descender cuando tienen su origen en la parte más alta de la distribución que sus pares hombres. De hecho, ellos tienen el mismo patrón de movilidad que los de tez más clara. En el caso de las personas de tez más oscura, tanto hombres como mujeres, pero con mayor intensidad en el caso de ellas, se observan menores tasas de movilidad ascendente desde la parte más baja de la distribución, así como las mayores tasas de movilidad descendente desde la parte más alta.
El último resultado mencionado en el párrafo anterior resulta crucial para la identificación de afectaciones diferenciadas por razones de género. Si bien los hombres de tez más oscura tienen menores tasas de movilidad ascendente y mayores de movilidad descendente que sus pares de otros tonos de piel, su patrón de movilidad presenta una menor persistencia en pobreza que el de las mujeres de piel más oscura. Ellas, de igual forma, son el grupo que presenta las menores tasas de persistencia en la parte más alta de la distribución. Dicho de otra forma, las mujeres de tez más oscura son quienes experimentan el mayor impacto del sistema de estratificación mexicano. Es decir, son quienes a pesar de tener su origen en la parte más alta de la distribución, también tienen la mayor probabilidad de descender, y quienes sí parten de la más baja, menores opciones tienen de ascender.
La desigualdad de trato es un factor diferenciador de la dinámica de movilidad social en México. El como te ven te tratan se sostiene en los datos para al menos dos características físicas: ser mujer y tener tono de piel más oscuro. Pero, además, la influencia negativa del tono de piel más oscuro se hace más grande para las mujeres: contar con esas dos características limita más las opciones para superar una condición de origen en la parte baja de la escalera social, y también de perder posiciones si el origen se encuentra en la parte alta. En cambio, el tono de piel más claro pareciera ser un seguro de vida, incluso en un entorno de desigualdad de trato hacia las mujeres. Lo anterior establece un orden de prioridad en una ruta crítica de cambio institucional que necesitamos acelerar.
*Columna publicada originalmente en Nexos el 2 de mayo de 2023.
1 Profesor investigador del Departamento de Economía en la Universidad de Massachusetts, Amherst, e investigador asociado externo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY)
2 Director Ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
3 En un texto previo en esta revista abordamos cómo es que se construye dicho andamiaje y algunos de los instrumentos por los cuales esas instituciones excluyentes persisten en el tiempo, así como sus efectos en la sociedad. Ver “Abusos de poder público y movilidad social” https://www.nexos.com.mx/?p=71308
4 Monroy Gómez Franco, Luis; Roberto Vélez-Grajales y Gastón Yalonetzky (2023). “Unequal Gradients: Gender, Skin Tone and Intergenerational Economic Mobility” Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Documento de Trabajo #01-2023 https://ceey.org.mx/unequal-gradients-sex-skin-tone-and-intergenerational-economic-mobility/
5 Ver Monroy-Gómez-Franco, Luis; Roberto Vélez-Grajales, y Gastón Yalonetzky, (2022). “Layers of inequality: Unequal Opportunities and skin color in Mexico.” The Review of Black Political Economy, 49(3), 230–250 y Monroy Gómez Franco, Luis (en prensa) “A Note on Ex-Ante Inequality of Opportunity in Mexico” Economics Bulletin
6 Ver, entre otros, Campos-Vázquez, Raymundo y Eduardo Medina Cortina (2019), “Skin Color and Social Mobility: Evidence from Mexico,” Demography, 56 (1), 77–113 y Monroy-Gómez-Franco, Luis, (en prensa) “Shades of social mobility: Colorism, ethnic origin, and intergenerational social mobility,” The Quarterly Review of Economics and Finance.
7 Ver Torche, Florencia (2015), “Intergenerational Mobility and Gender in Mexico,” Social Forces, 94 (2):563–587