Crédito: UNAM
Datos atípicos
¿Existieron datos atípicos del ingreso de los hogares en 2022 que condujeron a un cálculo de la pobreza a la baja? Esta pregunta tiene una respuesta positiva a raíz de la publicación de los datos preliminares del ingreso nacional disponible por parte del INEGI. Una consecuencia de lo anterior es que las políticas públicas a las que se atribuye el aumento en los ingresos y la reducción de la pobreza habrían tenido un efecto más bien modesto.
Una forma de establecer si los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) son atípicos es comparando sus cifras con las de Cuentas Nacionales. En particular el ingreso corriente total de las ENIGH debería tener una relación muy estrecha con el ingreso nacional disponible neto proveniente de Cuentas Nacionales, dentro del cual el de los hogares representa alrededor del 74%.
En 2022, el ingreso corriente total de los hogares en la ENIGH representó el 40% del ingreso nacional disponible neto. Claramente los ingresos en la encuesta subestiman los nacionales. Sin embargo, esta subestimación fue notablemente mayor en 2018, cuando los ingresos de la ENIGH captaron 35% del ingreso nacional disponible. Esta diferencia parece pequeña, pero conduce a importantes consecuencias.
Si el ingreso nacional disponible por persona permanece constante, pero aumenta la capacidad de captación de las ENIGH de dicho ingreso, puede parecer que el ingreso per cápita de la encuesta aumentó, cuando en realidad lo que ocurrió es que sólo se tuvo mejor información. Este efecto es aún más importante cuando el ingreso nacional disponible disminuye y la mejor captación de información conduce a pensar exactamente lo contrario.
Entre 2018 y 2022, el ingreso nacional disponible per cápita se redujo 2.6% en términos reales y sin embargo la ENIGH reporta que el ingreso real por persona aumentó 10%. La mayor parte de este aumento se explicaría por la capacidad de captación adicional del ingreso de la ENIGH en 2022 respecto a 2018. Con una economía contrayéndose, los datos de un ingreso de los hogares en aumento requieren de un cuidadoso examen.
Los cálculos anteriores varían ligeramente si en lugar de tomar el ingreso nacional disponible neto sólo se considera aquel correspondiente a los hogares. Sin embargo, en términos cualitativos el resultado se sostiene: hubo una mayor y atípica captación del ingreso disponible neto de los hogares por parte de la ENIGH en 2022, lo que significa que tenemos un instrumento estadístico sobre el cual cabría considerar un ajuste.
Los indicios de datos atípicos tienen tres implicaciones. Primeramente, los recientes cálculos de pobreza que por ley tiene que realizar el CONEVAL con la información de las ENIGHs posiblemente tienen un sesgo a la baja. Esto no es un error del CONEVAL, ni una manipulación del INEGI, sino la consecuencia de la presencia de información estadística que por su propia naturaleza puede presentar fluctuaciones. En este caso, tales fluctuaciones habrían favorecido la percepción de una menor pobreza.
En segundo lugar, las políticas públicas que se asocian al incremento de los ingresos mediante la ENIGH, y en consecuencia a una menor pobreza, como los aumentos del salario mínimo, posiblemente están sobredimensionando sus efectos al no tomarse en cuenta la mayor capacidad de captación de la encuesta. Ajustar los datos por este factor posiblemente llevaría a concluir que, aunque tuvieron un impacto positivo, este no fue tan grande.
Finalmente, debe mantenerse abierta la agenda de investigación que relaciona los datos de las ENIGH con las de otras fuentes, no sólo las de cuentas nacionales, pues un mejor conocimiento de sus conexiones puede ayudar a poner en su justa dimensión no sólo los datos de pobreza sino también la evaluación de distintas políticas públicas. El examen de los datos atípicos y los ‘otros datos’ de pobreza debe continuar.
* Director de Movilidad Social del CEEY. Columna publicada originalmente en Arena Pública el 21 de febrero de 2024.