Igualdad de oportunidades en México: contraste regional y movilidad social

Las diferencias regionales en recursos, infraestructura y otros elementos, inciden en la igualdad de oportunidades en México, y a su vez generan fluctuaciones en la movilidad socioeconómica de los individuos y desigualdad entre regiones.

Las diferencias territoriales no solo se presentan en términos de distribución de oportunidades sino en la calidad de éstas, lo que puede redundar en un mayor estancamiento y el incremento de las brechas socioeconómicas con respecto a otras regiones del país.

De sur a norte, distanciamiento físico, social y económico

Los resultados arrojados por la Encuesta ESRU de Movilidad Social en México 2017 (ESRU-EMOVI 2017) muestran un notorio distanciamiento en las oportunidades a las que pueden acceder las personas, las cuales son causantes de la desigualdad económica entre las regiones sur y norte del país.

De igual manera, podemos ver que la persistencia de la pobreza y la posibilidad de crecimiento de los individuos está fuertemente influenciada por la región donde se nace. Sin embargo, en el caso particular de la región sur, a pesar de mostrar índices similares a los de la región centro en cuestión de desigualdad económica, el estancamiento de las personas en el estrato socioeconómico más bajo es mucho mayor. Esto es indicativo de que las oportunidades de desarrollo en el sur tienen menor potencial que en el resto del país y la movilidad social ascendente es aún más difícil de ser alcanzada.

Además de las diferencias regionales, existen otros factores involucrados, como el color de piel, el género y la discriminación laboral; estos factores también tienen diferente peso dependiendo de las características propias de la región. El tono de piel, por ejemplo, tiene menor influencia en la región sur que en la región norte, lo cual podría ser consecuencia de variaciones locales de otros factores como lo es la influencia del hogar de origen. Al final, el resultado observado es una diferencia regional en los patrones de movilidad social—que concuerdan con las diferencias en desarrollo social y económico—y de desigualdad.

Las oportunidades de desarrollo en la región sur enfrentan obstáculos que las limitan y que requieren de políticas públicas que contribuyan a mejorar su calidad para reducir el distanciamiento entre regiones y así impulsar la justicia social y el crecimiento económico. La recomendación del CEEY a este respecto se basa en la generación de oportunidades relacionadas con la educación, la salud y la protección social, así como la facilitación al acceso de estas y una potenciación de las mismas para alcanzar los niveles de la región norte y homogeneizar la movilidad social de todo el país.