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Apoyos educativos en las entidades federativas

Rodolfo de la Torre

¿Qué ha pasado en los últimos 4 años con las oportunidades educativas en Baja California, CDMX y Nayarit? La estrategia debe ser revisada.

En 2018 tres entidades federativas estaban a la cabeza en cuanto a distribuir apoyos educativos con criterios de movilidad social: Baja California, la Ciudad de México y Nayarit.

Para 2022 estas transferencias monetarias perdieron en gran medida su poder distributivo. Estas entidades ilustran de distinta forma esta debilidad creciente de una de las políticas públicas para impulsar la movilidad educativa y la necesidad de revisar su estrategia a nivel local.

La escolaridad de una generación comparada con la que le precedió es un indicador de la movilidad educativa. El ingreso explica poco más del diez por ciento de la asociación entre la escolaridad de los padres y la de los hijos, de acuerdo con el Reporte sobre movilidad social educativa 2020, del CEEY. Esto significa que los apoyos al ingreso no tienen un gran impacto sobre esta movilidad, pero no dejan de tener cierto efecto y algún poder redistributivo.

El impacto de los apoyos monetarios es mayor si se asignan a quienes más desventajas tienen. El principal determinante de la escolaridad de una generación es el nivel educativo de sus padres, de forma que apoyar a quienes tienen padres con menor escolaridad promueve en mayor medida la movilidad educativa. Los Indicadores de Movilidad Educativa 2016-2022 del CEEY examinan esta asignación de los apoyos.

Entre 2018 y 2022 las transferencias federales para apoyar la educación de la población en edad escolar se redujeron de 346 pesos a 215 pesos en promedio, a precios de 2023. En ese lapso, Baja California las mantuvo casi constantes en 123 pesos, la Ciudad de México las elevó de 147 a 443 pesos, y Nayarit las redujo de 290 a 150 pesos. En los tres casos, las asignaciones priorizaron inicialmente a quienes tenían padres con menor escolaridad.

En 2018, en Baja California, 71% de las transferencias educativas se concentraron en el 40% de la población con padres con menor nivel educativo, dando sólo el 2% al 20% de la población con padres con mayor escolaridad. Para 2022, estas proporciones cambiaron a 34% para quienes tenían padres menos educados y 24% para los de mayor nivel educativo. Se revirtió el sesgo a favor de quienes tenían desventajas educativas en su hogar.

En la Ciudad de México el sesgo de los apoyos a favor de los que enfrentan más desventajas también se deterioró, aunque menos drásticamente. En 2018, en la capital, la mitad de las transferencias iban al 40% de la población con padres menos educados, pero para 2022 esta proporción se redujo a 39%.  En contraste el 20% de la población con padres de mayor escolaridad, recibió 11% de las transferencias en 2018, para luego recibir el 18% en 2022.

Por su parte, Nayarit ha mantenido transferencias con un sesgo a favor de los que tienen padres con menor nivel educativo, aunque este no es tan marcado como antes. En 2018, el 40% de la población con padres con la menor escolaridad recibían 63% de los apoyos educativos, mientras que para 2022 esta cifra cayó a 43%. Por su parte el 20% de los que tenían padres con la mayor escolaridad recibieron 6% de las transferencias en 2018, mismas que aumentaron al 15% en 2022.

En términos de la promoción de una mayor igualdad de oportunidades para la movilidad educativa, Baja California es desastrosa, la Ciudad de México tiene un mal desempeño y Nayarit ha deteriorado notablemente su potencial. El primer estado cae de la posición número uno en sesgo a favor de la igualdad de oportunidades al lugar 30, la Ciudad de México del segundo lugar al noveno y Nayarit desempata a la capital quedando en el tercer lugar.

En general, las transferencias monetarias para apoyar a la educación, de por si con un impacto modesto, son decepcionantes en términos redistributivos y de impulso a las oportunidades educativas de quienes más desventajas tienen por sus condiciones de origen. Esto es patente en Baja California y la Ciudad de México, y en menor medida en Nayarit. La estrategia de asignación de estas transferencias debe ser revisada.

* Director de Movilidad Social del CEEY. Columna publicada originalmente en Arena Pública el 4 de octubre de 2023.