Foto: Reforma
Balance 2023: economía y democracia
Enrique Díaz-Infante Chapa*
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición oficial del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) o de alguno de sus integrantes.
La expectativa de crecimiento de la economía mexicana en 2023 es de 3.6% y de 2.3% en 2024. Estos pronósticos son producto del optimismo que genera el fenómeno del “nearshoring” y la consecuente inversión extranjera directa (IED) que trae. También por el aumento continuo de las remesas y por las alzas salariales, entre otros factores. Estas cifras económicas alentadoras, con impacto positivo en el bienestar socioeconómico de las personas, pudieran no perdurar en el tiempo si la democracia sigue debilitándose en el país, y se genera inestabilidad política.
En los primeros 9 meses de 2023, se recibieron 33 mmdd de IED, 30% superior a lo recibido en mismo periodo de 2022. Las remesas crecieron 11.4% en septiembre, con lo que sumaron 47 mmdd en los primeros nueve meses de 2023. También, el crecimiento de la economía norteamericana ha jalado el de la mexicana.
Otro factor importante que ha impulsado el crecimiento es el mayor consumo interno que está habiendo, en parte, gracias a los aumentos del salario mínimo. En este sexenio el salario mínimo ha llegado a un nivel récord de 167 pesos. También ha ayudado la estabilidad del tipo de cambio que está en 17 pesos por dólar, siendo que llegó a estar en la pandemia en 25 pesos por dólar.
Sin embargo, este crecimiento -que ha sido incluyente- pudiera no ser sostenible el próximo sexenio. Este gobierno considera para el ejercicio fiscal 2024 un aumento de la deuda pública de 5.4% del PIB, el mayor en décadas. La ventana de oportunidad del “nearshoring” durará el par de años que tarden las empresas salientes de China en decidir donde reubicarse. Para eso, están viendo no sólo la cercanía geográfica de México con el mercado de Estados Unidos y la existencia del Tratado Comercial que tenemos celebrado con aquel país, sino también otros factores.
Están evaluando la fortaleza institucional del país y de su Estado de Derecho, así como las capacidades infraestructurales y la posibilidad que tenemos de suministrar energía suficiente y limpia a las empresas que lleguen. También están analizando la seguridad de México. Los más de 156 mil homicidios ocurridos a lo largo del sexenio, que ya superan las muertes dolosas del gobierno anterior y del de Calderón, no son buena carta de presentación.
Tampoco lo es el retroceso que estamos viviendo en nuestra democracia. De acuerdo con un estudio de 2023 elaborado por la organización IDEA Internacional, con sede en Suecia (https://shorturl.at/foBGP), México es de los países del orbe que mayor regresión ha sufrido en sus derechos y libertades civiles en los últimos años. Lo anterior, lo evidencia el avance de la militarización y el creciente asesinato de periodistas. Esto afecta la gobernabilidad y la economía del país.
Asimismo, no es buena señal para los inversionistas, la toma por parte del Ejército y la Marina de funciones de seguridad y gobierno que corresponden normalmente a los civiles en democracia. Y, a pesar de ese mayor rol de las fuerzas armadas, los resultados no han sido buenos al respecto. El número de homicidios dolosos en este sexenio ha llegado a una cifra record de 160 mil. El fenómeno de la militarización del país ha llevado también a que la revista “The Economist” considere que la democracia mexicana está en retroceso (https://rb.gy/zwdpv1).
Finalmente es de destacarse la pérdida de independencia y capacidades en contrapesos instituciones tales como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial que han sido capturados por el Ejecutivo, a través de la designación de incondicionales en sus órganos de gobierno. La captura de los órganos electorales pone en entredicho la equidad de la contienda. Esto pudiera llevar a que la oposición no reconozca los resultados de las elecciones de 2024, con el riesgo de ingobernabilidad que ello implica.
En suma, que mientras en el 2023 la economía ha tenido resultados positivos con posibles impactos en movilidad social y sus perspectivas son aceptables para 2024, la democracia del país se ha debilitado. Esta tendencia, de continuar, pudiera afectar la sostenibilidad de los logros económicos y sociales.
*Director de Sistema Financiero del CEEY. Artículo publicado originalmente en Reforma el 03 de enero de 2024.