Claroscuros de la movilidad social en México
La baja movilidad social en México se debe, en buena medida, a que las personas no tienen las mismas oportunidades de salir adelante. A nivel regional, México es un país de fuertes contrastes.
A través del estudio de la movilidad social podemos conocer qué tanto el destino de las personas está determinado por sus condiciones de origen. Si las personas mejoran o empeoran su posición socioeconómica con respecto a la de su hogar de origen, entonces se dice que «se mueven». Mientras menos influencia tengan los recursos sociales y económicos de los padres en los logros de los hijos, mayor será la movilidad social.
Los resultados del último informe del CEEY arrojan que la movilidad social en nuestro país aún es baja: 74 de cada 100 mexicanos que nacen en la parte más baja de la escala socioeconómica, no logran superar la condición de pobreza a lo largo de su vida.
A nivel regional, México es un país de fuertes contrastes, con claroscuros que van del norte hacia el sur: mientras que en el sur, 86 de cada 100 mexicanos nacidos en los hogares más pobres no logran superar la condición de pobreza, en el norte, esta proporción es de 54 de cada 100. Esto quiere decir que la posibilidad de superar la pobreza en el norte es tres veces mayor que en el sur.
Además, la movilidad social ascendente en la CDMX es mayor que en cualquier otra región del país: 59 de cada 100 capitalinos que nacen en los hogares más pobres, logra superar la condición de pobreza.
Para incrementar la movilidad social y el bienestar de la población son más que necesarias políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades. Un crecimiento económico incluyente, en una sociedad más justa y cohesionada, pasa por la construcción de políticas sociales, económicas y de bienestar que brinden oportunidades a las personas para que sus esfuerzos sean recompensados, sin importar la familia en la que nacieron, su sexo o la región del país a la que pertenecen.