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Defendiendo y atacando la estrategia de AMLO

Julio Serrano*

¿Cómo ha enfrentado López Obrador y su equipo la pandemia? Para muchos, basta con mirar la terrible cifra de muertos para contestar esta pregunta. No es tan fácil. Pese a que coincido en que se han cometido errores graves, es importante poner algunas críticas en perspectiva.  

Empecemos con los errores. Mi mayor reproche a la gestión de López Obrador es su descalificación inicial a la enorme amenaza que representaba el coronavirus y la falta de ejemplo consecuente para influir en el comportamiento de la población. Su lenguaje de besos y abrazos y su alusión a escudos protectores hizo que mucha gente minimizara el peligro. No ha ayudado su renuencia a usar el tapabocas y a practicar el distanciamiento social. El ejemplo pesa y más si proviene del popular líder del país. El reciente viaje a Oaxaca de López-Gatell encaja en esta misma línea de pobres ejemplos.  

Otra crítica son las pocas pruebas que se han hecho. Yo no soy de los que piensan que hacer pruebas funciona como una varita mágica para erradicar los contagios, pero sí creo que ayuda a controlarlos. Sin embargo, México es uno de los países que menos pruebas ha realizado por habitante en el mundo: 4% comparado con Estados Unidos, 5% con España, 20% con Brasil y 25% con Argentina. La consecuencia es que no es fácil saber quién tiene covid en nuestro país, lo que dificulta las estrategias de aislamiento y fomenta el contagio. Tengo otras diferencias —la lentitud para reanudar las clases presenciales y la poca confiabilidad de los datos públicos, entre otras— que en otra oportunidad abordaré. 

Pero también tengo que reconocer que existen críticas infundadas, que incluso distorsionan la realidad. En particular me pareció condenable uno de los titulares del periódico Reforma del lunes en el que señala que “Encabeza México letalidad por covid”. La manera como llegan a esta conclusión es comparando el número de muertos contra el número de casos confirmados. El problema es que, como vimos arriba, en nuestro país se realizan muy pocas pruebas, por lo que el número de casos confirmados va a ser bajo por definición y, en consecuencia, la proporción de muertes muy alta.  

La cifra que nos debería importar es el número de muertes por cada millón de habitantes. En este sentido, estamos lejos de ser los más letales. EU y España están peor que nosotros; Brasil y Argentina parecido. Utilizar un dato con base en casos confirmados y no con base en la población me parece una irresponsabilidad.  

Un punto adicional que merece tomarse en cuenta a la hora de evaluar las críticas en contra del Presidente es el contexto del país. Cerca de 60% de la población trabaja en la economía informal, lo que hace imposible una estrategia de aislamiento agresiva y más factibles los contagios. El sistema de salud que heredó ya era inadecuado para hacer frente a la emergencia.  

La prueba de fuego para el gobierno vendrá con la implementación de la estrategia de vacunación. Veremos cómo responde.

* Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente en Milenio el jueves 7 de enero de 2021.

2021-01-07T13:02:54-06:00