Foto: Arena Pública

¿Democracia/liberal o Autocracia/populista?

Enrique Díaz-Infante Chapa*

El próximo domingo 6 de junio los ciudadanos votaremos para renovar la Cámara de Diputados Federal, 15 gubernaturas, además de 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos. En estas elecciones nos estamos jugando los mexicanos la sobrevivencia de nuestra democracia/liberal o la consolidación de un gobierno autócrata/populista. En ese sentido, varios medios internacionales han lanzado llamados de alerta sobre lo que está en juego en México en estas elecciones. Por razones de la veda electoral en este artículo omitiré hacer mención alguna al nombre de los partidos y las coaliciones contendientes, así como a proyecciones de resultados, de acuerdo con las encuestas electorales. 

En relación a los medios internacionales que han hecho comentarios en torno a las elecciones de este 6 de junio, el primero en manifestarse fue “The Economist”, quien en su editorial del pasado 28 de mayo titulado “Falso Mesías”, tomo posición en torno a las elecciones. Alertó sobre “el hambre de poder del Presidente López Obrador” y de su deseo de establecer un régimen “populista/autoritario” (https://econ.st/3pdrWSe). Luego, el 31 de mayo, vinieron los juicios negativos en contra del gobierno del Presidente de México por parte del Diario alemán DW, al que calificó como dominado por un “mesianismo incompatible con la democracia” y destacó la perniciosa “comprensión autoritaria que del Estado” tiene el Presidente de México (https://bit.ly/3pevOT3). Por último, Le Monde, en artículo del 1 de junio, levanto la voz en contra de lo que calificó el “Hiperpresidencialismo” de López Obrador (https://bit.ly/3uLZRCO). 

Coincido completamente con estas preocupaciones de la prensa internacional sobre el riesgo real que existe de que la forma de gobierno que se consolide en México a partir de estas elecciones, no sea la democracia, sino una de índole autoritaria/populista a cargo de un solo hombre. Este pudiera ser el caso si los mexicanos no logramos evitar que este 6 de junio el partido gobernante obtenga la mayoría calificada en la Cámara Baja. Con esta mayoría tendría más fácil el Presidente López Obrador, el cambiar la Constitución y la conformación del Consejo Electoral del INE, colocando personajes que sean leales a su persona y no a las instituciones y a la Carta Magna.

Sin embargo, el consenso de las encuestas señala que si bien el partido en el gobierno y aliados obtendrán la mayoría absoluta (más de 251 escaños), no lograrán la calificada de dos terceras partes de la Cámara Baja que requieren para modificar, con el concurso de los senadores y la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México, la Constitución (art. 135 de la Carta Magna). De materializarse estos pronósticos, serían buenas noticias para la democracia, pues tendría el Presidente y sus aliados en el Congreso, que negociar con la oposición los cambios a la Constitución y el nombramiento de los Consejeros Electorales del INE. 

Al parecer, la alta popularidad que goza el Presidente (61%), no la va lograr transmitir a sus candidatos a diputados federales. El mal desempeño de su gobierno, lo van a pagar –en cierta medida- los candidatos de los partidos de la Coalición que lo apoya. Los 477 mil muertos por la pandemia (Op. Cit The Economist), la caída de -8.5% del PIB el año pasado, los más de 10 millones de pobres por ingresos que genero la crisis económica por el cierre de más de un millón de establecimientos MIPYMES (https://bit.ly/3mI8Cuv) y la perdida de 1.14 millones de empleos formales y alrededor de 5.5 millones de empleos informales, ya considerando los casi 6 millones que –de menor calidad- se recuperaron el año pasado, pudieran pesar –de algún modo- en el ánimo de los votantes al momento de votar. La incomprensible falta de apoyos del Gobierno Federal a las empresas y a los trabajadores y desempleados durante la crisis y la ausencia de una política contracíclica como la propuesta por el CEEY (ver en https://bit.ly/2Auvvhq), pudiera jugar electoralmente en contra del partido en el gobierno.

El voto oculto de las mujeres puede jugar también fuerte en contra de los candidatos de los partidos que apoyan al Presidente. Muchas de ellas han sido agraviadas por AMLO por el cierre de guarderías, de refugios para mujeres maltratadas, por el desprecio a los feminicidios masivos que hemos vivido en el país y por el apoyo a la candidatura de un Gobernador malogrado en Guerrero que eventualmente pudiera ser declarado culpable por el delito de violación de varias mujeres que lo han denunciado al respecto. Sin embargo, frente a los encuestadores, probablemente ellas no manifiestan su verdadera intención de voto en contra del partido en el poder, por ser muchas beneficiarias de los programas sociales impulsados por el Presidente y tener miedo a perderlos. Quizás un número considerable de ellas se cobrarán estos agravios en las urnas.

De acuerdo con datos de Reforma publicados en la primera plana de su edición del 2 de junio, se prevé que la coalición de partidos que apoyan al gobierno obtendrán entre 261 y 311. La Coalición opositora se estima que obtendrá entre 142 y 197. Así el partido en el gobierno y aliados, van a ganar la mayoría absoluta, pero no la calificada que requeriría para modificar la Constitución y para nombrar Consejeros Electorales. Habrá también un partido bisagra cuyo emblema es de color naranja y que con sus votos definirá muchas de las votaciones en uno u otro sentido. Esto lo convertirá en un partido muy poderoso. El Senado no está en disputa en esta elección, y ahí el partido en el gobierno no ha podido operar cambios constitucionales a su antojo por faltarle la mayoría requerida. Esa situación continuará hacia adelante.

Estos resultados -de materializarse- ayudarían a contener el proyecto de destrucción institucional y de concentración de poder que el Presidente López Obrador ha encabezado desde que ganó las elecciones de 2018. Serán buenos para la democracia, considerando que hasta hace unos meses se consideraba que el partido en el gobierno y aliados arrollarían. Ahora, por el contrario, vemos como posible sentar las bases para empezar a recuperar los necesarios contrapesos de la democracia. Pero para que estas predicciones favorables a la Democracia se materialicen y podamos empezar a recuperar a la Cámara de Diputados como contrapeso del Ejecutivo, es fundamental que todos salgamos a votar este 6 de junio. Sólo un voto masivo va a lograr vencer al clientelismo electoral, uno de los pilares de los gobiernos que, como el de López Obrador, buscan avanzar el autoritarismo.

*Investigador del CEEY. Twitter: @ediazinfante. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente en Arena Pública el 3 de junio de 2021. 

2021-06-04T12:28:25-05:00