La pandemia por COVID-19 generó importantes retos educativos, desde repensar la pedagogía tradicional para transitar hacia el uso de tecnologías de educación a distancia, hasta adecuar el desarrollo profesional docente (CONEVAL, 2021a). Si bien estos retos han afectado el aprovechamiento escolar de niñas, niños y adolescentes, poco se ha discutido sobre el papel que la inseguridad alimentaria, exacerbada por la caída del ingreso en los hogares derivada de las medidas de confinamiento por COVID-19, ha tenido en la educación.

Diversos análisis han mostrado la relevancia de una alimentación nutritiva y de calidad para mejorar el desarrollo cognitivo en niñas, niños y adolescentes. Los estudios han sugerido que una alimentación rica en nutrientes en la primera infancia puede determinar el desarrollo motor, así como las funciones cognitivas en la adolescencia (DiGirolamo, Ochaeta y Mejía, 2020). Asimismo, el acceso a una alimentación nutritiva está asociada con una menor repetición de grado escolar, mayor permanencia e incluso mejor rendimiento en pruebas educativas (Behrman, 1996). 

La seguridad alimentaria está determinada por el ingreso de los hogares o por los apoyos derivados de programas sociales. En el caso del ingreso, estimaciones del CONEVAL (2022) señalan que el porcentaje de población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria (pobreza laboral) alcanzó su nivel más alto en el tercer trimestre de 2020 (46%). Aunque el indicador ha disminuido hasta un 38.8% para el primer trimestre de 2022, cuando se desagrega para la población urbana y rural vemos que en este ámbito 51.9% de la población se encuentra en situación de pobreza laboral. Aunado a ello, el país enfrenta un incremento de inflación que ha generado el alza en algunos productos de la canasta alimentaria.

Con respecto al otorgamiento de apoyos mediante programas sociales, resalta que, derivado del cierre de planteles educativos, el programa de Desayunos Escolares a cargo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) fue suspendido por año y medio. Para considerar los efectos de esta suspensión basta nombrar que el programa, a abril de 2020, distribuía 6 millones 92 mil 103 raciones alimentarias diarias en 80 mil 746 escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria (Gobierno de México, 2020). A nivel estatal, de acuerdo con un análisis del CONEVAL, 29 de las 32 entidades federativas implementaron en 2020 al menos una acción relacionada con el derecho a la alimentación. Específicamente, de 146 programas y acciones estatales, 82 se relacionaron con la dotación de despensas o cupones para la adquisición de despensa (2021b).

¿Cuáles son los posibles efectos de un acceso limitado a alimentación nutritiva y de calidad en la educación de niñas, niños y adolescentes? Los estudios sugieren que los hogares con bajos ingresos destinan un porcentaje mayor a la compra de alimentos (Mundo-Rosas, Unar, Pérez-Escamilla y Shamah, 2019). Esto no significa que los alimentos adquiridos cumplan con los requerimientos nutritivos necesarios, considerando que existe una alta oferta de productos ultraprocesados y baratos (Paloma Villagómez, 2020). Esta situación determina los aportes nutricionales que niñas, niños y adolescentes pueden recibir y, por lo tanto, los probables riesgos de empeorar su salud y de enfrentarse a un bajo rendimiento escolar. Asimismo, la baja oferta de programas y acciones gubernamentales para atender la carencia de alimentos nutritivos y de calidad puede influir en la movilidad social de niñas, niños y adolescentes de hogares en situación de pobreza, al enfrentar condiciones desiguales para el aprovechamiento escolar. 

Bibliografía

Behrman, J. (1996). The impact of health and nutrition on education. The World Bank Observer Researcher, 11(1), 23-37. 

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (2022). Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza. Ciudad de México: CONEVAL.

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (2021a). Información estratégica para el regreso a clases en México 2021. Ciudad de México: CONEVAL.

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (2021b). Panorama de los programas y acciones sociales en las entidades federativas para dar respuesta a los efectos de la pandemia por el virus SARS-CoV2 (COVID-19). Ciudad de México: CONEVAL.

DiGirolamo, A., Ochaeta, L. y Mejía, R.M. (2020). Early Childhood Nutrition and Cognitive Functioning in Childhood and Adolescence, Food and Nutrition Bulletin. 41(1S), 31-40.  

Gobierno de México. (2020). Desayunos escolares calientes. 11/08/2022, de Gobierno de México. 

Mundo, V., Unar, M., Hernández, M., Pérez-Escamilla, R. y Shamah, T. (2019). La seguridad alimentaria en los hogares en pobreza en México: una mirada desde el acceso, la disponibilidad y el consumo. Salud Pública de México, 61(6), 866-875. 

Viillagómez, P. (2020). Desigualdad alimentaria y pandemia: un caldo de cultivo. 11/08/2022, de Nexos