Transversalización de género en el presupuesto público, un reto para la movilidad social

Angélica Paola González Lozada

Participante en la XIII Escuela de Verano sobre Movilidad Social

Poco a poco las mujeres han luchado por hacer visibles las desigualdades y las violencias a las que son sometidas. Parte de esta lucha radica en la presión hacia el Estado para que actúe de forma directa y contribuya a la reducción de las desigualdades, principalmente utilizando las políticas públicas como principal vía. Para ello, la política fiscal cobra gran relevancia ya que tiene la capacidad de promover que otras políticas públicas tengan transversalidad de género debido a que esta política tiene el control en el presupuesto público.

De esta forma, si la política fiscal determina que el ejercicio del gasto público debe garantizar la incorporación de la perspectiva de género, el presupuesto deberá calcularse a partir del cumplimiento de dicho objetivo. Lo anterior se materializó en 2008, cuando el Presupuesto de Egresos de la Federación incorporó un artículo sobre la perspectiva de género y un anexo de programas con Presupuesto. Por ejemplo, el Gasto Etiquetado para las Mujeres y la Igualdad de Género (GEMIG) fue decretado oficialmente en 2008, según datos de CEAMEG (2015). 

La principal función del GEMIG es hacer cumplir la Ley General para la Igualdad entre mujeres y hombres; es decir que los programas de la Administración Pública Federal y su presupuesto deben incorporar la igualdad entre hombres y mujeres en el diseño, la elaboración, la aplicación, el seguimiento y la evaluación (CEPAL, 2013). A través de esto, se debe garantizar que el gasto público aporte recursos para las mujeres que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad derivadas de la desigualdad de género. Es necesario recordar que el presupuesto de egresos sin perspectiva de género contribuye a reproducir las desigualdades de género y agrava la situación de vulnerabilidad de las mujeres en su conjunto.

Así, el GEMIG cuestiona la neutralidad del presupuesto público, buscando la transversalidad del género en las diferentes áreas del presupuesto, como salud, educación y desarrollo social. Para ello, existen diferentes medidas como la desagregación obligatoria por sexo, la entrega de informes trimestrales para los procesos de transparencia y rendición de cuentas sobre la política de igualdad de género.

Es necesario mencionar que las políticas públicas transversales al género tienen un impacto mayor para disminuir las desigualdades ya que promueven la movilidad social de las mujeres. Según el Informe de Movilidad Social en México 2019 del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY, 2019), las mujeres tienen menor movilidad social que los hombres; esto significa que las mujeres experimentan una barrera más por razones de género para mejorar su situación socioeconómica. Por otro lado, Patricia López (2020) explica que las políticas públicas enfocadas a la inclusión financiera de las mujeres tienen resultados potenciales ya que las mujeres invierten sus activos financieros en capital humano, con lo cual las mujeres superan su estado socioeconómico y sus descendientes superan el de la generación anterior. 

En ese sentido, la política fiscal transversal al género debe continuar esforzándose para que las políticas públicas se enfoquen en superar las desigualdades de género, principalmente enfocando sus esfuerzos en que las mujeres no tengan pobreza de tiempo ni se concentren en trabajos informales derivados de la división sexual del trabajo que les otorga toda la carga de trabajo de cuidados a ellas. Hay mucho trabajo por hacer, pero cada día hay más personas sentando las bases para hacer de México un país que respeta el trabajo (remunerado y no remunerado) y la vida de las mujeres.

Referencias 

CEAMEG (2015). Políticas públicas y presupuesto etiquetado para la igualdad entre mujeres y hombres en México. Pp. 8-12.

CEEY (2019). Informe Movilidad Social en México 2019. Hacia la igualdad regional de oportunidades. México: Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

CEPAL (2013). El Gasto Etiquetado para las Mujeres y la Igualdad de Género (GEMIG) en México: Un avance para garantizar la autonomía de las mujeres. Pp. 7-15.

López, P. (2020). Políticas Públicas para la Inclusión Financiera de las Mujeres. México: Centro de Estudios Espinosa Yglesias.