Entre el abuso de poder y la intermediación. Las expropiaciones en la Ciudad de México tras el sismo de 1985

En octubre de 1985, se llevó a cabo en la Ciudad de México una de las expropiaciones más grandes en la historia mexicana. Más de 4 mil predios, ubicados en los viejos barrios populares del casco central, fueron expropiados para reconstruir las decenas de miles de viviendas que habían quedado derruidas por el gran terremoto de los días 19 y 20 de septiembre. ¿Cómo una medida inicialmente denunciada como un abuso de poder, y con las altas dosis de arbitrariedad que conlleva el régimen expropiatorio en México, termina por obtener un amplio consenso social? Esa es la pregunta de partida de esta investigación. Para responderla, se reconstruyen los factores políticos e históricos que, se argumenta, hicieron de la expropiación un efectivo instrumento de intermediación política. Se reflexiona, primero, sobre la necesidad de comprender esta figura no desde la perspectiva de una contradicción entre el poder arbitrario y el derecho subjetivo de propiedad, sino como un instrumento estatal de reordenamiento del conflicto, de negociación política. Enseguida, se analiza cómo la expropiación de octubre de 1985 desempeñó esa función política, cómo fue un medio efectivo de mediación, para resolver los distintos antagonismos que se suscitaron a raíz del desastre y la reconstrucción. Más allá de que pueda calificarse a una expropiación concreta como un abuso de poder, merece la pena comprender la función política que desempeñó en su circunstancia histórica, y evaluarla desde una perspectiva instrumental: ¿en qué medida fue un medio adecuado para determinados fines políticos?