La inclusión financiera de la mujer en la movilidad social en México
Asegurar un mayor acceso y participación de las mujeres en el mercado financiero es importante para impulsar la movilidad social en México y reducir la desigualdad de oportunidades.
La relevancia de la inclusión financiera de la mujer va más allá de la necesidad de promover la equidad, la justicia social y el empoderamiento de la mujer. Es un importante motor para el desarrollo social y económico del país debido a la forma en que la mujer mexicana, en general, distribuye e invierte sus recursos financieros. Este uso de recursos es principalmente a favor del hogar en beneficio de los menores.
Desarrollo y bienestar de los hijos
Estudios del CEEY, pendientes de publicarse, muestran que la mujer invierte más en la educación, salud y alimentación de sus hijos que el hombre. También se observa que los hijos de familias en las que las madres gozan de inclusión financiera, tienen mayor movilidad social intergeneracional educativa ascendente, esto es, superan el nivel de escolaridad de sus padres.
La inclusión financiera de la mujer contribuye a incrementar las oportunidades de desarrollo y crecimiento de sus hijos desde el nacimiento, ayudando a reducir los índices de pobreza y mortalidad infantil, entre otros. Empoderar a la mujer a través de un acceso equitativo a los productos financieros le da la oportunidad de manejar sus riesgos con un mayor margen de control y le da la posibilidad de participar con mayor confianza en la economía y así generar un círculo virtuoso que incidirá en el bienestar de sus hijos en salud y educación.
La información publicada por diversas organizaciones como el Banco Mundial muestra que las mujeres obtienen grandes beneficios al ser incluidas en el mercado financiero, particularmente aquellas que son cabeza de familia, al darles la oportunidad de desarrollarse a través del emprendimiento o el ahorro. En México, la mayor parte de los créditos comunales para establecer micronegocios se da a favor de las mujeres.
Aun cuando se han llevado a cabo diferentes acciones para impulsar la inclusión de la mujer en el mercado financiero a través de políticas y programas, las oportunidades de acceso no han alcanzado todo su potencial. Se requiere establecer mecanismos y medios que faciliten dicho acceso de manera universal, a la vez que se lleven a cabo cambios al sistema financiero para adecuarlo a la realidad de nuestro país. Y es que en México, la mujer tiene mayores obstáculos para incorporarse al mercado laboral formal y para generar mayores ingresos que el hombre. Por lo anterior, la inclusión financiera de la mujer no solo incrementa la igualdad de oportunidades para ella, sino que también promueve el desarrollo de sus hijos y de las siguientes generaciones, impulsando la movilidad social y el bienestar de toda la población.