La UNAM en entredicho

Como egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM y académico de la misma, me preocupa que el plagio de tesis en que está involucrada la Ministra Yasmín Esquivel Mossa pueda quedar jurídicamente impune al no ser anulado su título profesional de comprobarse su culpabilidad. Esto sería muy grave para la autonomía y el prestigio de la Máxima Casa de Estudios del país con posibles impactos negativos en la movilidad social de sus graduados más jóvenes.

La UNAM ha confirmado la existencia de plagio en la tesis de Yasmín Esquivel Mossa, quien se tituló en 1987 y que es idéntica a otra presentada un año antes por el entonces estudiante Ulises Baez (https://rb.gy/dgsnho). Pese a la existencia de dicho robo intelectual, se ha actuado con extrema prudencia para anular el título de licenciado en Derecho de Esquivel. Esto, en razón de que ella ha buscado sembrar la idea de que fue a ella a la que plagiaron –pese a haberse titulado después que Baez-(https://rb.gy/adgmy5). El principio jurídico reza: “Primero en tiempo primero en derecho.”  

Si bien la UNAM está respetando el derecho al debido proceso que tiene la Ministra, ha sido muy vacilante –en demérito de su “autonomía”- para ejercer su atribución de sancionar este plagio. Increíblemente ha señalado que “carece de facultades legales para retirar o anular un título profesional a un egresado por estos motivos: (plagio)”. En ese sentido, es que primero, turnó el asunto a la SEP para que resolviera. Luego, ante la correcta negativa de la SEP de conocer del asunto, lo pasó al Comité Universitario de Ética. En caso de que dicho Comité resuelva la efectiva culpabilidad de Esquivel no queda claro que la UNAM anulará su título.

Es claro que el rector Graue está evitando tomar la decisión de anular el título profesional de Esquivel para no confrontarse con el Presidente. Quiere ahorrarse la inestabilidad política que esto pudiera acarrear a la UNAM, a menos de 10 meses del cambio de rector. Y es que la anulación del título profesional de la ministra, traería su salida de la Suprema Corte al no cumplir con el requisito constitucional de “poseer, con antigüedad mínima de diez años, título profesional de licenciado en derecho…” (Art 95 fracción III). El hecho de perder a una ministra incondicional le dificultará a AMLO el poder bloquear las acciones de inconstitucionalidad que se están presentando contra su reforma electoral, que es violatoria de la Carta Magna.

Esta falta de decisión del rector lo debilita a él, a la autonomía y al prestigio de la UNAM. Es inaceptable la opinión del Abogado General de la Máxima Casa de Estudios en torno a que ésta carece de facultades para anular un título por ella otorgado. Como bien concluyó Eduardo Rusconni Trujillo “el título de Esquivel si es anulable por haber sido un acto administrativo emitido mediando “error sobre el objeto, causa o motivo” (https://rb.gy/dgsnho). Rusconni fundamenta su criterio en la fracción VIII del artículo 3º y 6º de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, aplicables a la UNAM en su carácter de organismo descentralizado de la Administración Pública. Coincido. 

Si la UNAM deja impune este acto mandaría un mensaje de que las reglas del juego no son equitativas y de que las oportunidades son desiguales a favor de las élites. Todo un abuso de poder. Estaría diciendo implícitamente a sus alumnos que el mérito y el esfuerzo para titularse no importan, pues las tesis pueden comprarse.

La UNAM puede y debe retirar el título obtenido fraudulentamente por la Ministra Esquivel, en caso de que el Comité de Ética confirme su culpabilidad. No actuar por precaución ante las posibles reacciones del Presidente en contra de la Institución, implicará traicionar el espíritu universitario, dañar el prestigio de la Casa Máxima de Estudios y devaluar los títulos profesionales de sus egresados, afectando con ello sus posibilidades de lograr movilidad social vía su integración exitosa al mercado laboral.