Las mujeres en el cimiento para el funcionamiento de la vida
Laura G. Alvarez Toledo
Participante en la XIII Escuela de Verano sobre Movilidad Social
Al exponer la amplitud, variedad y naturaleza de los trabajos de cuidados y de quehaceres domésticos en el hogar es que nos aproximamos a evidenciar que son inherentes para el desarrollo biopsicosocial de las personas, es decir, son “indispensable[s] para la sostenibilidad de la vida” (Ferreyra 2018).
En este sentido, el trabajo de cuidados comprende una cantidad amplia de labores para cuidar a familiares que son dependientes por edad, discapacidad o por enfermedades; y el trabajo de quehaceres domésticos contempla otra suma de actividades para limpiar la vivienda o la vestimenta, preparar alimentos, realizar las diversas compras requeridas para la casa, entre otras tareas que se suman para la gestión del hogar.
La cuantía de la contribución social y económica de estos trabajos se ha aproximado a través de la estimación de su valor monetario, que en 2020 ascendió a 27.6% del PIB nacional (INEGI 2021).
Otros cálculos de su magnitud, además, evidencian la desigual distribución de su realización entre los sexos. Las encuestas de uso de tiempo señalan que las mujeres destinan cuatro veces más de horas totales que los hombres en el trabajo de quehaceres, y tres veces más en el trabajo de cuidados (INEGI 2022). En adelante se engloban ambos trabajos como trabajo doméstico no remunerado y sin seguridad social (TDNR).
Por tanto, son las mujeres quienes con su TDNR sustentan los funcionamientos de las personas que integran el hogar. Entre una amplia cantidad de fines, con énfasis se menciona que estos trabajos son intrínsecos para que integrantes de las familias, generalmente los hombres, desempeñen empleos y para que la población en edad escolar acuda a la escuela.
En este sentido, las mujeres a través de realizar la mayoría del TDNR posibilitan mejores condiciones de vida para las personas del hogar, a la par que merman sus posibilidades de desarrollo en los ámbitos educativo, social, económico y político (Ferreyra 2018; Orozco et. al. 2022).
En datos, las restricciones a su bienestar se observan en que, por ejemplo, las mujeres ocupan en promedio una jornada diaria al TDNR (39.7 horas promedio a la semana) (INEGI 2022a), mientras que su participación económica en los últimos cinco años ha sido en torno al 50%. En tanto que, la de los hombres se ha ubicado en alrededor del 80% (CONEVAL 2022).
Resulta evidente también señalar que esta sobrecarga del TDNR representa una reducción en las oportunidades que las mujeres tienen para lograr una movilidad social ascendente (Orozco et. al. 2022; Orozco et. al. 2019). Por ejemplo, en edades típicas de inserción laboral, les restringe considerablemente sus elecciones para participar en el mercado laboral, lo que también repercute negativamente en el ejercicio de otros derechos sociales en el resto de su curso de vida. A este respecto, Orozco et. al. (2019) ha señalado que:
Si una mujer nació en la base de la escalera social, tendrá menos probabilidades que un hombre de escapar de la pobreza: 75 de cada 100 mujeres que nacen en dicha posición no logran superar la condición de pobreza, mientras que lo mismo sucede con 71 de cada 100 hombres que provienen de la misma condición. Entre quienes nacen en hogares del grupo de riqueza más alto, 50 mujeres, en comparación con 57 hombres, se mantienen ahí el resto de su vida.
Ante este panorama, es necesario fomentar, entre otras acciones, el reconocimiento del TDNR y su redistribución igualitaria entre las personas del hogar, el Estado, y el mercado. Hacia estos objetivos se encaminan los proyectos federales del Sistema Nacional de Cuidados y el reconocimiento del trabajo de cuidados como un derecho.
Lograr que las mujeres tengan la libertad de elegir sus opciones de vida está en la agenda pública, no obstante, los esfuerzos aún son insuficientes.
Referencias
CONEVAL (2022) Sistema de indicadores sobre pobreza y género. Disponible en: https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/Pobreza-y-genero-en-Mexico-2016- 2020.aspx
Ferreyra, M. (2018) El trabajo de cuidados: una cuestión de derechos humanos y políticas públicas. México: ONU Mujeres.
INEGI (2021) Sistema de Cuentas Nacionales de México en cifras del Trabajo no Remunerado de los Hogares. Recuperado el 11 de agosto de 2022.
INEGI (2022) Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2019. Tabulados Básicos.
INEGI (2022a) Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2019. Presentación de resultados.
Orozco, M., Montiel, R. E., Fonseca, C. E., Marchant, M., y Grajales, R. V. (2022) “Movilidad social, políticas de cuidados y protección social”, Documentos de trabajo CEEY, No. 01-2022, Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Orozco, M., Espinosa, R., Fonseca, C. E. y Vélez-Grajales, R. (2019) Informe de movilidad social en México 2019. México: Centro de Estudios Espinosa Yglesias.