Foto: Inmobiliarie

Mis conflictos con los fondos ESG

Julio Serrano*

Está de moda invertir en fondos que aplican criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por su sigla en inglés). La premisa es que podemos ganar dinero y hacer el “bien” al mismo tiempo. Para 2025 se estima que más de una tercera parte de los fondos activamente manejados tendrán algún tipo de etiqueta ESG. 

¿Qué pero le podemos poner a esta tendencia? En mi opinión muchos. De entrada está la manera en que cada persona entiende los objetivos de ESG. Estoy seguro de que si le preguntamos a 10 personas cómo interpretan beneficios ambientales, sociales o de gobierno corporativo en una empresa tendremos 10 respuestas distintas. 

Habrá quienes consideren que cualquier empresa relacionada con energías sucias (petróleo o carbón, por ejemplo) debe estar fuera de la lista, mientras que otros piensen que debe depender de su compromiso corporativo individual (por ejemplo, ExxonMobile tiene una calificación ambiental positiva según algunas agencias que miden ESG aun cuando su principal negocio es el petróleo). 

Prácticamente cualquier caso está sujeto a interpretación. Por ejemplo, ¿deben descartarse de un portafolio de inversión con conciencia social a empresas que contribuyen a la epidemia de obesidad que estamos viviendo? ¿Qué hacer con McDonald’s, Coca Cola y Bimbo? ¿Debe un fondo ESG comprarlas? ¿Cambia nuestra postura si sabemos que todas han mostrado un fuerte compromiso con el medio ambiente?

¿Y qué hay de empresas fabricantes de armas? Habrá quien diga que están causando un daño social por las muertes que provocan (estoy seguro de que muchos mexicanos compartirán esta opinión) mientras que otros dirán que ayudan a proteger la democracia mundial, ya que gracias a los envíos de armamento de occidente a Ucrania se ha logrado contener a Rusia. 

Están también las empresas denominadas del “pecado” por su relación con vicios como fumar, tomar y apostar. ¿Deben Philip Morris (cigarros Marlboro), Diageo (whiskey Johnny Walker) y MGM Resorts (casino Bellagio) estar excluidas de un portafolio ESG?

Un último ejemplo. De acuerdo con un estudio reciente, apenas uno de cada 10 consejeros de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores es mujer. Una tercera parte de las empresas públicas ni siquiera tiene una mujer en su consejo. ¿Deben descartarse estas empresas para cualquier fondo de inversión ESG por falta de diversidad?

Más allá de la imposibilidad de definir de forma universal lo que significa ESG, mi mayor problema es que puede distorsionar lo que debe ser el principal objetivo de cualquier manejador de fondos: ganar dinero. Eliminar empresas petroleras de un portafolio a principios de año, por ejemplo, habría impactado de forma negativa los rendimientos. Puede que inversionistas estén dispuestos a sacrificar retorno a cambio de hacer el “bien”, pero la decisión tiene que ser consciente y no depender de manejadores que tienen criterios distintos de lo que es ESG.

*Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada en Milenio el 20 de octubre de 2022.