Movilidad social y cambio climático

Luis Arturo Armenta Hinojosa

Participante en la XIII Escuela de Verano sobre Movilidad Social

María vive en Monterrey y no tiene un empleo formal porque necesita cuidar a su madre enferma; esta responsabilidad ha recaído en ella —y no en sus hermanos varones— sólo por ser mujer. En las mañanas, María vende tamales en la esquina, pues no le alcanza para el gasto en medicinas. Además, ahora también tiene que dedicar horas extra para salir de su casa con unas cubetas y hacer largas filas para conseguir agua, ya que desde hace semanas no le llega a su colonia.

No es verdad que María se esfuerce menos que el resto de las personas que la sociedad considera como exitosas. No, no le echa menos ganitas. Y no, ni siquiera todos los consejos millonarios del mundo serían suficientes para reducir la brecha en el acceso a oportunidades que ha experimentado a lo largo su vida.

A diferencia de su madre y sus abuelas —quienes también enfrentaron condiciones adversas—, María adicionalmente está resintiendo los efectos del cambio climático.

Aunque María sea un personaje ficticio, ella refleja la historia de muchas personas hoy en día. Para entender su situación, el primer paso implica dejar de creer que el mérito es la única explicación del éxito de un individuo y comenzar a reconocer que hay circunstancias que dificultan que alguien mejore la condición socioeconómica con la que nació.

El segundo paso es dejar de ver al cambio climático como un fenómeno lejano; esto ya está sucediendo y afectando en mayor medida a los hogares con menores recursos. Por mencionar un ejemplo, las variaciones en temperaturas y precipitaciones tienden a agudizar la pobreza y desigualdad en zonas rurales, ya que el ingreso de las familias depende más de los recursos naturales y la agricultura, la cual es altamente sensible al clima (López-Feldman y Mora Rivera, 2018).

Por ello, es indispensable que los ciudadanos tomen conciencia y demanden que sus gobiernos impulsen acciones para generar resiliencia y mitigar los efectos del cambio climático. En ese sentido, uno de los campos con mayor oportunidad es el sector energético, el cual contribuyó al 71% de las emisiones de gases de efecto invernadero en México durante 2015 (Secretaría de Energía, 2020).

La política energética mexicana de las últimas décadas ha tendido a olvidarse del cuidado al planeta. La adicción a combustibles fósiles y la ausencia en inversión han llevado a mantener subsidios no sustentables y altamente regresivos.

En gasolina, se premia el uso del automóvil y se renuncia a recursos fiscales a través de estímulos al IEPS —cuyo 77% de su recaudación se concentra en los deciles de hogares VI al X (Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 2022)— que podrían ser utilizados para mejorar el servicio de transporte público o compensar la pérdida de aprendizajes en niños por la pandemia (Campos Vázquez, 2022).

En electricidad —de acuerdo con datos de CFE obtenidos vía transparencia—, del número total de usuarios en tarifas residenciales durante 2022, en promedio únicamente el 0.36% pertenece a la tarifa DAC y no recibe ningún subsidio. Eso sugiere que al menos 99.64% de los usuarios residenciales reciben algún monto del gobierno para cubrir parte de su consumo. Esto además lleva a desincentivos en adoptar tecnologías más limpias como paneles solares (Hancevic et al., 2017).

Al revisar las cifras anteriores, resulta desalentador pensar en la situación que enfrentan muchas personas como María, quienes son las más afectadas por las omisiones en la lucha contra el cambio climático. A personas como María les vendría mejor mayores recursos en salud, educación y servicios públicos, en lugar de gasolina barata que sólo complican las cosas.

 

Referencias

Campos Vázquez, R. (2022) “Prioridades: educación versus gasolina”. Gatopardo. 

Hancevic, P., Núñez, H., y Rosellón, J. (2017). “Distributed photovoltaic power generation: Possibilities, benefits, and challenges for a widespread application in the mexican residential sector”. Energy Policy, 110, 478-489. 

López-Feldman, A. y Mora Rivera, J. J. (2018).  “The effects of climate change on poverty and income distribution: A case study for rural Mexico”. En S. Quiroga (Ed.), Economic tools and methods for the analysis of global change impacts on agriculture and food security (pp. 25-42). Springer. 

Secretaría de Energía (2020). Reporte anual de potencial de mitigación del GEI del sector eléctrico

Secretaría de Hacienda y Crédito Público (2022). “Distribución del pago de impuestos y recepción del gasto público por deciles de hogares y personas. Resultados para el año 2020”. https://www.finanzaspublicas.hacienda.gob.mx/