Regresión a la media, un proceso lento pero inexorable
La tasa de regresión a la media es un punto que resalta de manera continua en el libro El sol no sale para todos de Gregory Clark. De hecho, esta característica de la movilidad social es un indicador fundamental en el estudio de la movilidad a través de la historia de los apellidos ya que muestra el ritmo al que las familias o las comunidades que se apartan de las condiciones sociales promedio tienden a retornar a esas condiciones, generación tras generación.
La investigación de Clark destaca la lentitud de la regresión, fenómeno que no es fácilmente observable cuando se estima la movilidad intergeneracional entre dos generaciones, pero que se hace claramente presente cuando las estimaciones abarcan largos periodos. Esto incide en los cálculos de las tasas de movilidad social y puede generar panoramas de persistencia en el estatus que no concuerdan con la realidad.
El estudio de los apellidos nos dice que la influencia de nuestros ancestros va más allá de nuestros padres: el peso de la herencia tiene un componente familiar y la correlación entre parientes es mayor de lo que pensamos, y lo podemos ver en aquellas familias que se han mantenido en posiciones privilegiadas por muchas generaciones.
Aun así, una vez que se analizan las trayectorias familiares y las de grupos con características sociales similares, vemos una lenta pero ineludible regresión a la media, a pesar de la inusual permanencia de algunos de ellos en su mismo nivel socioeconómico, permanencia que se puede explicar al observar los mecanismos que operan en esos grupos, como la endogamia o la selectividad en los procesos de ingreso o salida del grupo.
Algunos cambios en el estado de las cosas son tan paulatinos que prácticamente son imperceptibles, pero eso no significa que no estén presentes. El movimiento observable de las estrellas en la vida de una persona es tan gradual que pareciera que los astros están firmemente enclavados en sus mismas posiciones, formando constelaciones perennes en una bóveda celeste que jamás sufre alteraciones, sin embargo, la constante real es el movimiento permanente.
De la misma manera, la regresión a la media es una constante que siempre está allí, pero que solo podemos ver con claridad al extender nuestra mirada al pasado lejano, y la integración de los apellidos en el estudio de la movilidad social nos da la oportunidad de ampliar ese panorama y así apreciar que, a pesar de las bajas tasas de movilidad, en el largo plazo todos tenemos las mismas expectativas de cambio.