Sobre modernidad, discriminación racial y movilidad social en México

Andrés Demetrio Gutiérrez Flores

Participante en la XIII Escuela de Verano sobre Movilidad Social

La búsqueda de la justicia, de la equidad y de representación es pilar de la modernidad occidental. Sus fundamentos se encuentran en el corazón mismo de la revolución francesa, que en siglo XVIII sacudió a Europa con sus reclamos de democracia y libertad. Liberté, egalité et fraternité se convirtieron pronto en un mantra sobre el que se fundaron una teoría política y una teoría del hombre (y de la mujer) que colocaba en primer lugar su igualdad ontológica y ante la ley.

No obstante, más de dos siglos después la humanidad no alcanza todavía un estadio en el cual sus miembros encuentren un piso parejo sobre el cual desarrollar sus potencialidades. Los Estados han sido incapaces para establecer un régimen en el cual todos los individuos posean, de inicio, condiciones equitativas de competencia, lo que ha impedido la movilidad social, entendida esta como: “los cambios que experimentan los miembros de una sociedad en su posición en la distribución socioeconómica” (Campos Vázquez y otros, 2015, pág. 2).

En ese sentido, México es un país con baja movilidad social y alta desigualdad, la cual se incrementa en función del género, siendo las mujeres quienes mayores dificultades enfrentan para colocarse en una posición socioeconómica mayor (Centro de Estudios Espinosa Yglesias, 2019). Más aún, en México numerosos grupos experimentan dificultades para cambiar de posición socioeconómica con base en características físicas como son el tono de piel y otros marcadores raciales a los que habría que añadir marcadores culturales como la adscripción a grupos indígenas (Monroy-Gómez-Franco & Vélez Grajales, 2020; Altamirano, 2020).

De entre una serie de factores analizados, el bilingüismo indígena/castellano se reveló como la variable de mayor efecto sobre las posibilidades de movilidad social en México, más que la adscripción étnico-racial y que el tono de piel, aunque los efectos de esta última sean mayores a la segunda (Solís & Güémez, 2020).

Resulta paradójica la persistencia de fenómenos de discriminación étnico-racial en la sociedad mexicana, que abiertamente abrazó el discurso vasconcelista de la raza cósmica y que durante las primeras décadas del siglo XX construyó el imaginario de un pasado indígena glorioso. Sin embargo, es posible interpretar ambos fenómenos ante una misma luz; siendo que discursivamente se negó la posibilidad del racismo (si todos somos racialmente idénticos ¿a quién podemos discriminar?), pero reproduciendo una serie de mecanismos que nulifican las posibilidades de movilidad social en un contexto que históricamente ha impedido a los grupos racializados acumular bienes y generar patrimonio, tal como se ha insistido en el presente ensayo, entonces en el siglo XX se consolidó una sinergia socioeconómica que disfrazó (y al mismo tiempo unificó) a la discriminación étnico-racial de discriminación por clase social. La discriminación de clase en México conlleva, abierta o tangencialmente, un fenómeno de discriminación étnico-racial.

A la luz de la información presentada y de la interpretación histórica propuesta, es posible afirmar que la modernidad, al menos con base en sus principios rectores fundamentales, no se ha consolidado en México. Los intentos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX por superar la distinción racial entre indígenas y no-indígenas abonó por el contrario a acrecentarla.

Por lo anterior resulta imperante la implementación de políticas públicas encaminadas a asegurar espacios académicos, políticos y de acceso a oportunidades para la población de tonos de piel oscuros. Asegurar condiciones de igualdad para la movilidad social que no distingan entre tonos de piel es una de las grandes deudas del México contemporáneo y condición necesaria para la consolidación de su propia modernidad.

 

Referencias

Altamirano, M. (2020). Estratificación racial en el uso de servicios y programas sociales en México. Colegio de México. 

Campos Vázquez, R. M., Vélez Grajales, R., & Fonseca, C. E. (2015). “El concepto de movilidad social: dimensiones, medidas y estudios en México”. Documento de trabajo CEEY, Centro de Estudios Espinosa Yglesias. 

Centro de Estudios Espinosa Yglesias (2019). Informe de movilidad social en México 2019. México: CEEY Editorial.

Monroy-Gómez-Franco, L. A., & Vélez Grajales, R. (2020). Skin Tone Differences in Social Mobility in Mexico: Are We Forgetting Regional Variance? Documento de trabajo CEEY, Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

Solís, P., & Güémez, B. (2020). Características étnico-raciales y desigualdad de oportunidades económicas en México. Colegio de México.