Crédito: Expansión

Tipo de cambio redistributivo

Rodolfo de la Torre

A principios de 2023 comentaba que “se requiere más de un año de una revaluación real sostenida del peso para comenzar a observar un efecto significativo de reducción en la desigualdad del ingreso, atribuible a tal movimiento cambiario.

Tras prácticamente transcurrir el plazo mencionado, las condiciones para tal mejora distributiva se han cumplido y es factible que la desigualdad económica tenga un respiro en virtud del tipo de cambio.

El año pasado mencionaba que el estudio “Exchange rate changes and income distribution in 41 countries: asymmetry analysis” (Bahmani-Oskooee y Motavallizadeh-Ardakani, 2018) mostraba que México no alteraba su distribución del ingreso en el corto plazo por una apreciación del tipo de cambio real, por lo que llamaba la atención a no celebrar una fortaleza del peso que podría no durar. Sin embargo, esta fortaleza ha perdurado.

A principios de 2023 el tipo de cambio nominal promedio para solventar obligaciones pagaderas en moneda extranjera era de 19.59 pesos por dólar. Para finales de ese año este se encontraba en 17.18 pesos. Debido al comportamiento del tipo de cambio nominal y de los precios dentro y fuera del país, los bienes nacionales equivalen hoy a una mayor cantidad de bienes del extranjero que antes. Hay un mejor tipo de cambio real.

La reactivación de la economía tras la pandemia, en la segunda mitad de 2021, mantuvo un tipo de cambio real estable y cercano al observado al inicio de la administración, de acuerdo con el índice del tipo de cambio real del Banco de México. Sin embargo, de enero de 2022 a finales de 2023 el tipo de cambio real mejoró cerca de 20%, habiendo ocurrido casi la mitad de tal mejora en 2023, con un tipo de cambio nominal muy favorable.

El súper peso y la caída del dólar ante todas las divisas por menor inflación y tasas

Los efectos de un mejor tipo de cambio real suelen examinarse en términos de ganancias y pérdidas entre quienes perciben y gastan dólares. Los exportadores y los receptores de remesas reciben dólares con un menor poder de compra, es decir, pierden. En contraste, los importadores y los deudores en moneda extranjera ahorran notablemente en sus erogaciones debido a un tipo de cambio favorable, es decir, ganan.

En términos tradicionales, la ganancia de los importadores supera la pérdida de los exportadores debido a que las primeras superan a las segundas, dado el déficit comercial que presenta el país. Por otra parte, la pérdida de los receptores de remesas es mayor que el ahorro por servicio de la deuda externa pública y privada. A grandes rasgos estos efectos prácticamente se cancelan, pero esto pierde de vista su efecto redistributivo.

El efecto distributivo va más allá de los grupos antes descritos y resulta útil visualizarlo considerando las remuneraciones al trabajo y las ganancias al capital. Esto es claro en el sector exportador, donde un mejor tipo de cambio favorece a los trabajadores, al mejorar el salario real por el menor precio de las importaciones, y genera menores ganancias al capital por la caída del valor relativo de las exportaciones.

Tras dos años de mejora en el tipo de cambio real, es razonable considerar que sus efectos de largo plazo han permeado a la distribución del ingreso entre salarios y ganancias, y de ahí a su distribución entre personas, dado que para la gran mayoría de la población el principal ingreso proviene de las remuneraciones al trabajo. Esta es una buena noticia para México, pues se reducen las tensiones sociales provenientes de la desigualdad económica.

De esta forma, un numeroso grupo de condiciones se han presentado en los mercados nacionales e internacionales y la política macroeconómica, como el auge de las inversiones extranjeras por el nearshoring y la política de elevadas tasas de interés del Banco de México, para que un elemento fuera del control gubernamental se alinee para producir un resultado positivo.

A veces los mercados promueven la igualdad económica. Bienvenida sea.

* Director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).