La discriminación étnico–racial y su efecto en la movilidad social en México
Víctor André de Lachica Torres
Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social
Hoy más que nunca, existe evidencia de que las diferencias estructurales que permean en la sociedad mexicana, se acentúan de acuerdo con el tono de piel de las personas. Según la Encuesta de Movilidad Social 2015 (elaborada por el Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México), el nivel de escolaridad tiene una relación directa con el tono de piel. En este sentido, entre más claro es el tono de piel de las personas, mayor es su grado de escolaridad. De igual manera, esta y otras encuestas (ENADIS 2017 y ESRU-EMOVI 2017) encuentran que, en los quintiles más altos del índice de riqueza, la presencia de mexicanos con tez clara es más preponderante.
Estos resultados ponen en tela de juicio aquel argumento que plantea que las personas, con los mismos medios, lograrán los mismos fines. Así pues, una aproximación para entender este fenómeno de desigualdad, es a partir de un análisis del mercado laboral y sus percepciones en cuanto al tono de piel. En condiciones normales, se esperaría que, si el campo laboral valora la productividad, debería entonces emplear a las personas de acuerdo con su eficiencia. No obstante, esto dista de ser la realidad en México.
Siguiendo este hilo de ideas, de acuerdo con un estudio elaborado por Eva Arceo y Raymundo Campos, se concluye que, pese a que en México no existen diferencias físicas tan preponderantes en torno a la raza como en otros países, sí existe una discriminación hacia aquellas personas con un tono de piel más oscuro o hacia aquellas personas con rasgos indígenas. Dicha discriminación fue encontrada en el mercado laboral al medir el call back rate, después de enviar diversos currículums vitae con fotos de personas con distintos rasgos y tonos de piel. En particular, sus resultados muestran que esta discriminación se acentúa más en las mujeres; de modo que, entre más oscuro es el tono de piel, menores eran las probabilidades que les volvieran a llamar.
Esta discriminación tiene implicaciones en torno a la movilidad social. La secuencia lógica de esta aseveración es bastante simple. Al existir barreras a la entrada en el mercado de trabajo para personas con un tono de piel más oscuro, difícilmente podrán mejorar su situación económica y tener mejores prospectos de vida. Si bien existen explicaciones pre-mercado —con énfasis en la formación de capital humano, formación de preferencias y normas sociales— sobre la disparidad y discriminación racial, es importante concentrarse en las desigualdades en el mercado laboral.
Al comprender los orígenes de dicha discriminación en el mercado laboral, podrá entonces existir un entendimiento cabal sobre aquellas deficiencias post–mercado que indican una redistribución desigual y muestran a la población con un tono de piel más oscuro como un sector vulnerable. Así pues, es importante paliar aquellos mecanismos de discriminación a través de políticas públicas que garanticen que los procesos de contratación sean objetivos y transparentes. Es menester de todas y todos dejar de perpetuar aquellas actitudes y preferencias racistas encontradas en el mercado laboral mexicano.
Referencias
Arceo-Gomez, Eva O., y Raymundo M. Campos-Vazquez (2014) “Race and Marriage in the Labor Market: A Discrimination Correspondence Study in a Developing Country.” The American Economic Review 104, no. 5: 376-80. Consultado el 29 de julio de 2020.
Arrow, Kenneth J. (1998) “What as Economics to Say about Racial Discrimination?” Journal of Economic Perspectives 12(2): 91-100.
Carlsson, Magnus y Dan-Olof Rooth (2007) “Evidence of Ethnic Discrimination in the Swedish Labor Market Using Experimental Data.” Labour Economics 14(4): 716-29.