¿Y la boda para cuándo?… ¿Todavía no tienes hijos?

Leydi Carolina Solís Flores

Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social

 

De acuerdo a los principales resultados de un estudio realizado en Estados Unidos, en donde se compararon las generaciones de 1992 y 2012[1], mientras las mujeres de los años 90 preferían renunciar a una carrera laboral, las millenials parecen más proclives a renunciar a la maternidad. No obstante, existe el debate sobre si esta decisión obedece a una elección de vida o es una señal de que no se cuentan con opciones sostenibles de carrera profesional, ni tampoco el apoyo que padres y madres necesitan para compaginar un trabajo y una vida familiar de manera satisfactoria. Por su parte, para los hombres también el hacer compatible trabajo y familia representó un conflicto, comparten la preocupación al igual que las mujeres por la distribución de las responsabilidades (Friedman 2015).

¿A qué estamos dispuestos a renunciar para impulsar la movilidad social? Si lo hiciera, ¿mi decisión se vería recompensada? Existe una percepción de incertidumbre y de frustración entre las generaciones que recién se incorporan al mercado laboral; a pesar de contar con mayor acceso a la educación y de ser parte de un cambio demográfico que implicó la disminución del tamaño del hogar (Alba 2001, citado en Montoya 2014) estos no han compensado los efectos negativos de la caída continua en las remuneraciones al trabajo, el bajo crecimiento económico y la alta concentración del ingreso. Al contrario, en generaciones más recientes, pareciera que la situación de precarización y vulnerabilidad se recrudece.

Durante la Escuela de Verano de Movilidad Social se observó lo heterogéneo del mercado laboral mexicano, la segmentación económica y de oportunidades que existe entre los sectores de la economía mexicana de acuerdo con los niveles de calificación de la población, que a su vez interactúan con circunstancias transversales de desigualdad entre las mujeres y los hombres que se incorporan a la actividad económica.  

Los trabajos expuestos bajo la temática de género, participación laboral y movilidad social permitieron aprehender esas percepciones e intuiciones y operacionalizarlas en conceptos, metodologías y proposiciones inquietantes como la derivada del trabajo de Mancini (2020): «…la presencia de hijos y eventos familiares inciden en la falta de movilidad: enorme penalidad del mercado de trabajo para las mujeres que realizan trabajos de cuidados». Al mismo tiempo que la coyuntura de la contingencia sanitaria demuestra la tensión que existe entre la esfera laboral y familiar.

Para cuando se anuncian las medidas de seguridad sanitaria y sus implicaciones para el desarrollo de las actividades económicas y educativas, aproximadamente 13.5 % de la población ocupada bajo la modalidad de subordinado declaró contar con acceso a guarderías y tiempo para cuidados maternos o paternos (ENOE, TI-2020). Es imposible no trasladar un dato como el anterior a la realidad concreta de nuestras trayectorias de vida, a pensar que cualesquiera que sean las respuestas a las preguntas del título condicionarán nuestra movilidad, al menos la laboral en un primer momento. Ahora bien, también es cierto que las preguntas llevan implícito una etapa del ciclo de vida familiar, en la que convergen la edad productiva y reproductiva, sin embargo, los planteamientos anteriores también hacen eco para aquellos momentos en donde lo que se requiere es tiempo de cuidado para los adultos mayores, por citar un ejemplo.

¿Seremos capaces de proponer un sistema económico en donde las trayectorias laborales intermitentes (de entrada y salida del mercado laboral) no necesariamente se traduzcan en precariedad, vulnerabilidad e incertidumbre sobre nuestras alternativas de futuro?

 

 

Referencias:

Friedman, S. (2015) Consecuencias de la revolución en el trabajo y la familia. En BBVA, Reinventar la empresa en la era digital (pág. 221). BBVA.

INEGI. (2020) Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Primer trimestre 2020.

Mancini, F. (2020) Movilidad social intrageneracional y desigualdades de género en México. XI Escuela de Verano Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

 Montoya, M. (2014) Los hogares en la crisis. Trabajo y condiciones de vida en México, 2008-2010. (Tesis de Doctorado), El Colegio de México.

[1] La investigación se llamó proyecto Wharton por la Integración de la Vida Laboral y Familiar. Información en http://worklife.wharton.upenn.edu/

2021-07-15T23:52:13-05:00