¿#CuántosSomosLoret?

Julio Serrano*

Muy reprobable fue lo que hizo López Obrador con el periodista Loret de Mola. Ventanear públicamente sus supuestos ingresos es un abuso de poder. No solo atenta contra el artículo 16 de la Constitución al dar a conocer información personal de un privado, sino que también pone en peligro su integridad física. El Presidente alega que la información le llegó de forma anónima, es decir, que no la solicitó a Hacienda ni a nadie. No importa. No debió hacerla pública.  

La reacción en su contra ha sido apabullante. El hashtag #TodosSomosLoret se convirtió en trending topic. Más de 60 mil personas se unieron a un foro de Twitter el viernes pasado en el que diversos críticos prominentes del gobierno hablaron. No hay duda de que el incidente enfureció a un segmento de la población. La comentocracia ha estado particularmente unida en su crítica. No he leído un solo editorial que no repruebe el comportamiento del Presidente (y he leído varios).  

Pero, más allá de lo condenable de la actitud de López Obrador y de la reacción del círculo rojo, la pregunta relevante es si tendrá algún costo en su popularidad. Al final, lo que importa para el futuro del país es el cálculo electoral. ¿Son los indignados con la situación de Loret de Mola los mismos que ya estaban indignados antes o se sumaron nuevos? ¿Aumentaron sus detractores o solo se enardecieron los de siempre? Como está de polarizado el país —con bandos opuestos convencidos con pasión de que su posición es la correcta y sin intención de cuestionarla—, me temo que los ataques le van a costar poco al Presidente.  

Con todo y la vocal crítica, ¿es verdad que #TodosSomosLoret? Claramente no. Buena parte de la base de López Obrador ni siquiera sabe quién es Loret de Mola. Algunos que sí lo conocen, no les simpatiza y tomarán el lado del Presidente, condenado los elevados ingresos que lo acusa de obtener. Sí, el abuso prendió a sus opositores de antaño y seguramente hizo que lo abandonaran algunos de sus seguidores. Pero ¿#CuantosSomosLoret? Mi impresión es que la gran mayoría de sus simpatizantes lo seguirán apoyando pese a este último episodio.  

Y sus simpatizantes no son pocos. La aprobación de López Obrador parte de un nivel muy alto: en las últimas encuestas oscila alrededor de 60%. Para que el rechazo que han generado sus ataques a Loret de Mola tenga impacto en su popularidad, millones de mexicanos que lo apoyaban tendrán que dejar de hacerlo. No lo veo. Tampoco veo que el escándalo de la casa de su hijo José Ramón, que provocó la reacción del Presidente contra el periodista, tenga el mismo efecto que la casa blanca con Peña Nieto.

Loret de Mola dijo que los ataques de López Obrador fueron la gota que derramó el vaso, sugiriendo que podía representar un punto de inflexión. Lo dudo. Lo que sí veo como una amenaza real a su popularidad y, en consecuencia, a las posibilidades de Morena de ganar las próximas elecciones, es la economía. La gente vota con su bolsillo. 

*Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente el 17 de febrero de 2022 en Milenio.