Foto: Cuartoscuro

Banxico, desafortunada decisión

Enrique Díaz-Infante Chapa*

El Presidente López Obrador, en su conferencia mañanera del pasado 21 de mayo, anunció la desafortunada decisión de no proponer al Senado la designación de Alejandro Díaz de León para un nuevo periodo al frente de Banco de México a partir del 1 de enero de 2022. Sobre el perfil del candidato que propondrá al Senado, ha señalado que “va a ser un economista con dimensión social.” El Titular del Ejecutivo está jugando con fuego con este cambio en un momento de presiones inflacionarias.

Apenas en marzo pasado, Díaz de León fue reconocido como el banquero del año por la prestigiada publicación Central Banking Award, por su destacado papel al frente de Banxico durante 2020 durante la pandemia. Tuvo un manejó eficaz del instituto central al mantener la inflación en 3.15% y el tipo de cambio alrededor de 20 pesos por dólar. Lo anterior, pese a la salida de $40 mil millones de dólares en títulos de renta variable del mercado mexicano que se dio entre enero y octubre de 2020.

Entonces, ¿por qué no reelegir al frente del banco central a un funcionario que ha dado buenos resultados y que ha cumplido cabalmente con el mandato institucional de mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda? Al parecer, la respuesta está en la frustración del Titular del Ejecutivo por no haber recibido alrededor de 300 mil millones de pesos que esperaba como remanente de operación del manejo de las reservas internacionales de Banxico por el ejercicio 2020. La expectativa de la Secretaría de Hacienda se frustró por la apreciación del peso frente al dólar, que pasó de $25 pesos en noviembre a los $20 pesos actuales. El monto del remanente se esfumó también, una vez que se realizaron los pagos de ley a la amortización de deuda y el fortalecimiento del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

¿Quién podría sucederlo? Se ha hablado de Arturo Herrera o de Gerardo Esquivel. También se ha mencionado el nombre de Rogelio Ramírez de la O. Cualquiera de los tres tiene capacidad sobrada para el encargo y para luchar contra el aumento de la inflación, que actualmente ya está en 5.80%. Habría que ver también si cumplen con los requisitos de la fracción II del artículo 39 de la Ley del Banco de México. Entiéndase “… haber ocupado, por lo menos durante cinco años, cargos de alto nivel en el sistema financiero mexicano…”. De lo contrario, el designado ocupará el puesto de subgobernador y uno de los actuales subirá a Gobernador.

Pero en materia de política monetaria, no basta con cumplir los requisitos de ley – que el Presidente repite como mantra que respetará- para ser idóneo para presidir un banco central. La reputación resulta fundamental para ganarse la credibilidad de los mercados en cuanto a su compromiso para cumplir con las metas inflacionarias y resistir las presiones políticas para soltar el crédito. ¿Los postulados sabrán decir “no” al Presidente?

AMLO dice que quiere postular a “un economista con dimensión social muy partidario de la economía moral.” ¿Qué mayor función social puede cumplir un banquero central que la de mantener bajo control la inflación? Ésta, a quien más daña es a los pobres, quienes no tienen acceso a instrumentos financieros o de inversión en activos para protegerse contra ésta. Por lo mismo, debe postular a alguien que de confianza a los mercados y que defienda la autonomía del Banco de México frente a las presiones políticas del mismo Presidente.

En suma, es un grave error y mal mensaje del Presidente a los mercados, el no designar a Díaz de León para un siguiente periodo. Esperemos que este capricho no traiga consecuencias negativas en materia inflacionaria y otras relacionadas. El reto para su sucesor será acreditar su independencia. 

*Director Especializado en Sector Financiero y Seguridad Social del CEEY. Twitter: @ediazinfante.

Correo: [email protected].

Columna publicada originalmente en Reforma el 26 de mayo de 2021. 

2021-05-26T14:31:31-05:00