¿Cómo percibimos la movilidad social en México?

Una forma de estudiar la movilidad social en México es analizar cómo perciben los hogares mexicanos su bienestar hoy con respecto al de sus padres y contrastarlo con sus resultados de movilidad socioeconómica.

Cada uno de nosotros interpreta su realidad con base en sus circunstancias y contexto inmediato. Dicha interpretación o percepción juega un papel muy importante en el nivel de riesgo que estamos dispuestos a tomar y, por ende, en nuestras decisiones.

De lo subjetivo a lo objetivo

Más allá de las diferencias que se puedan encontrar entre la movilidad experimentada (objetiva) y la movilidad percibida (subjetiva) por las personas, es interesante observar el impacto que tiene la percepción en las dinámicas sociales. Dado que el concepto de bienestar es diferente para cada uno de nosotros, si sentimos que nuestros esfuerzos han sido adecuadamente recompensados, es probable que tomemos la decisión de invertir recursos en nuestro desarrollo, y viceversa: nuestra percepción guiará nuestro proceso de toma de decisiones.

La percepción de movilidad intergeneracional es un factor psico-cultural sujeto a variaciones que dependen, entre otras cosas, de las circunstancias sociales y políticas del país, y de las condiciones socioeconómicas regionales. A nivel nacional, la encuesta ESRU-EMOVI 2017 nos muestra que la percepción de movilidad en los extremos de la distribución es mayormente ascendente entre los mexicanos que provienen del estrato más bajo, y descendente para quienes vienen del estrato más alto: los más pobres sienten que su situación es mejor a la de sus padres, mientras que los más ricos perciben un descenso.

La misma tendencia se observa en las diferentes regiones del país, aunque la magnitud varía según las condiciones particulares de cada entorno: en la región sur, el 40 % de las personas que se ubican en el estrato más bajo en riqueza se perciben en dicho estrato, comparado con solo 12 % para la región norte. Esto es claramente consistente con los patrones regionales observados en México para la movilidad en sus diferentes dimensiones.

La percepción que tenemos los mexicanos acerca de nuestra situación actual comparada con la situación de nuestros padres también se ve afectada por factores como el color de piel, la escolaridad o la autoadscripción étnica; para esos tres indicadores, de acuerdo con el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional 2016 del INEGI, la percepción de movilidad social ascendente es predominante. Sin embargo, la percepción de movilidad varía dependiendo de la posición en la distribución socioeconómica, lo cual influye en nuestras aspiraciones y expectativas, impulsando o frenando el esfuerzo y talento que dediquemos a nuestro desarrollo.