Eso que llaman amor
Mónica Medellín Estrada
Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social
El dinero y el amor mueven al mundo. No obstante, no es el amor fraternal o el amor romántico el responsable de mantener el dinamismo. Los sistemas sociales y económicos que conocemos se sostienen gracias al trabajo de cuidados, realizado incansablemente por muchas mujeres alrededor del mundo bajo una lógica artificialmente romántica.
En el caso de México, no existe alguna ley o código que estipule explícitamente que esta labor sea responsabilidad exclusiva de las mujeres, así como se han firmado múltiples instrumentos del derecho internacional que promueven la emancipación femenina. Pese a esto, los hechos distan mucho de lo que el papel indica. La Encuesta Nacional de Uso de Tiempo realizada por el INEGI en el 2014 arrojó que las mujeres y niñas aportan el 71 % de las horas dedicadas al trabajo de cuidados en los hogares (INEGI 2015).
La disparidad en el reparto del trabajo de cuidados y la falta de remuneración de éste tiene como consecuencia una profundización de las desigualdades estructurales entre hombres y mujeres. En el plano económico, la brecha es más que evidente. En el año 2013, la Organización Internacional del Trabajo reportó que el 54 % de las mujeres mexicanas de entre 15 y 49 años no percibe ingresos. En cuanto a los hombres, el 85 % de aquellos que oscilan entre 20 y 64 años tiene un empleo remunerado (OIT 2013).
Sin embargo, las consecuencias de la feminización del trabajo de cuidados no se limitan a la remuneración laboral. Sofía Mosqueda (2020) describe en su artículo Sólo por ser mujeres cómo la distribución de las responsabilidades incide negativamente en los vínculos de las mujeres con el mercado de trabajo. Salarios y acceso a la seguridad social más bajos, oportunidades de trabajo perdidas y segregación en ocupaciones que tienden a ser menos valoradas son sólo algunas de las consecuencias que Mosqueda identifica para las mujeres. Ni hablar del efecto que esto tiene en su desarrollo personal, así como su salud física y emocional.
Las implicaciones de la feminización del trabajo de cuidados son preocupantes, por lo que es necesario encontrar vías hacia la corresponsabilidad de este tipo de trabajo (Vasil’eva, Trevilla & Ríos 2020). Idealmente se esperaría que el cambio surgiera en el seno de cada hogar, de manera voluntaria. Pero esto es muy difícil de lograr, especialmente en una cultura como la mexicana. La corresponsabilidad de los cuidados implica una deconstrucción de la masculinidad que muchos machos mexicanos no están dispuestos a asumir.
Ante esta disyuntiva, el Estado y las empresas surgen como los caminos más realistas hacia una corresponsabilidad del trabajo de cuidados. Resulta necesario que ambos actores impulsen políticas encaminadas a otorgar las mismas facilidades, tanto a hombres como a mujeres, para cumplir con sus responsabilidades domésticas. En un panel organizado en el marco de la XI Escuela de Verano de Movilidad Social del CEEY, las y los panelistas hicieron las siguientes propuestas, las cuales podrían ser implementadas tanto por el gobierno como por las y los empleadores (Mancini, de Melo & Campos, 2020):
- Establecer guarderías como prestación laboral.
- Formalizar el trabajo doméstico remunerado.
- Mejorar oferta de cuidados en primera infancia y ancianos.
- Diseñar políticas educativas y campañas de sensibilización que eliminen roles de género.
- Hacer las licencias de paternidad obligatorias.
Pese a que la lista presentada anteriormente no es exhaustiva, permite visibilizar los primeros pasos hacia la corresponsabilidad de los cuidados. Sólo a través de acciones concretas como las mencionadas anteriormente será posible dejar de romantizar el sacrificio maternal que perpetúa la opresión femenina.
Referencias:
INEGI (2014) Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2014. Obtenido: https://www.inegi.org.mx/programas/enut/2014/?ps=microdatos
Mancini, F., de Melo, G., & Campos R. (22 de julio de 2020) Género, participación laboral y movilidad social. Panel presentado en la XI Escuela de Verano de Movilidad Social, Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Mosqueda, S. (2020) «Sólo por ser mujeres ». Nexos, 42-43.
OIT (2013) Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo. Ginebra.
Vasil’eva, J., Trevilla, D., & Ríos, L. (2020) «Cuidado y vida digna ». Nexos, 47-50.