Movilidad social en México: opciones desiguales para mujeres y hombres
La desigualdad de oportunidades no solo se da entre los diferentes estratos socioeconómicos, como lo muestran los análisis de la movilidad social en México, también se presenta entre mujeres y hombres ubicados en los mismos peldaños de la escala social.
De la misma manera podemos observar que existen diferentes niveles de influencia intergeneracional dependiendo del género del jefe de familia. Este fenómeno es analizado en el documento Diferencias de Género en la Movilidad Intergeneracional en México (en idioma inglés), que profundiza en los mecanismos de origen, el impacto y las consecuencias de la desigualdad de género en nuestro país.
Movilidad y oportunidades
La simple observación de la movilidad social de las mujeres no es indicativa de sus oportunidades de desarrollo si no es analizada cuidadosamente. En términos de la correlación entre generaciones, las mujeres tienen mayores posibilidades de movimiento pero a la vez están sujetas a una mayor persistencia de las desventajas heredadas.
La participación de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo marcadamente más baja que la de los hombres, a pesar de que su escolaridad es prácticamente la misma para todos los niveles. Esta desigualdad es indicativa de una discriminación laboral que requiere ser atendida de manera urgente.
También podemos notar cómo en los niveles socioeconómicos más bajos es en donde las mujeres se ven claramente más afectadas que los hombres. El 47% de las mujeres originarias del quintil más pobre permanece en su mismo quintil, comparado con un 23% de hombres: las mujeres que se encuentran en situación vulnerable tienen mayor dificultad para ascender que los hombres en esa misma situación. En el caso de la mujeres ubicadas en el quintil más alto, las diferencias con los hombres se reducen, pero aún así se ven más sujetas que los hombres del mismo quintil a una movilidad descendente.
La percepción de la sociedad en cuanto al supuesto papel de las mujeres tiene un importante impacto en la transmisión del estatus socioeconómico ya que este rol de género también es transmitido de generación en generación. Esto se combina de manera interesante con las variaciones regionales, en donde las expectativas sociales inciden de diferente manera en la transmisión de las características de los padres a los hijos. Aquí vale la pena mencionar que en las mujeres es ligeramente menor la transmisión intergeneracional en los niveles escolares medio y medio superior que en los hombres.
El alto nivel de dependencia de las mujeres casadas al estatus socioeconómico de sus maridos es otro factor provocado en parte por la discriminación laboral y las dificultades que ellas sufren para lograr un ascenso en el puesto de trabajo o un incremento a su salario. Esto lo podemos ver en la brecha existente en los ingresos esperados de las mujeres del quintil más bajo con respecto al quintil más alto, que es superior en un 30% a la brecha entre los hombres.
La movilidad social en México se verá beneficiada de manera importante si reducimos la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, empoderando a éstas para que puedan desarrollar su potencial plenamente y así participar en el desarrollo de nuestro país bajo un esquema de equidad y justicia social.