Pandemia por Covid-19 acelera la pobreza laboral en México
Centro de Estudios Espinosa Yglesias
Mexicanos superan la pobreza durante la pandemia, pero son más quienes caen en ella.
El cuarto número del boletín de movilidad social en el mercado laboral del CEEY muestra que la pandemia ha incrementado la pobreza laboral de manera significativa. Este impacto ha eliminado el avance en esta dimensión que se había observado en el 2019. Llama la atención que, durante la pandemia, un porcentaje importante de la población pudo superar la pobreza laboral (16 %); sin embargo, un porcentaje mayor (20 %) cayó en ella. La enseñanza es simple y demandante en cuanto al esfuerzo necesario por parte del estado mexicano: la gran cantidad de personas que constantemente superan y caen en la pobreza laboral ilustra lo difícil que resulta escapar de esta condición. La protección social universal es un pilar para lograr superarla de manera permanente.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) nos permite darle seguimiento a un grupo de personas de manera trimestral a lo largo de un año completo. De esa manera, además de que podemos conocer la proporción de la población que se encuentra en pobreza laboral, también se puede observar qué tantas personas salen y qué tantas caen en ella a lo largo de ese periodo. Esto es importante porque, por un lado, nos indica cuál es el margen que ofrece el mercado laboral mexicano a las personas para tener un ingreso superior a la línea de pobreza en este ámbito, y por el otro, nos muestra qué tan fácil es caer en pobreza laboral una vez que no te encuentras en ella.
Como se puede ver en la gráfica, la suma de los porcentajes de las personas que salieron y cayeron en pobreza laboral a lo largo de un año durante los últimos tres, es siempre la misma: 36 %. La diferencia entre estos años radica en el hecho de que en el año 2020, el de la pandemia, esta suma está compuesta por una mayoría de los que caen en pobreza (16 % lograron superarla, pero 20 % cayeron en ella).
El efecto de la pandemia está desnudando y agudizando la fragilidad del mercado laboral como vía de movilidad social ascendente. La ausencia de mecanismos de protección social, marcado por la estructura dual del mercado de trabajo, está generando un costo de corto plazo que, de no atenderlo y superarlo de manera ágil, se transformará en un costo permanente con implicaciones intergeneracionales.