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Por qué 2021 será mejor que 2020

Julio Serrano*

La buena noticia de haber tenido un pésimo año como el pasado es que es casi imposible que este sea peor. El punto de referencia para juzgar 2021 es sumamente bajo; 2020 fue uno de los peores años en la historia económica moderna del país. El PIB se contrajo 9%, cerraron cientos de miles de empresas, se perdieron millones de empleos y cayeron en la pobreza más de 10 millones de mexicanos.

Que se repita un desempeño así en 2021 será catastrófico. No va a suceder. Aunque lejos de ser estelar, este año será mucho mejor que el anterior. La razón es simple: el daño de la pandemia comenzará a bajar gracias a las vacunas. La crisis de 2020 fue muy particular. A diferencia de otras crisis recientes, no se dio por errores económicos, problemas en el sistema financiero o fuertes incrementos en las tasas de interés. El culpable fue un virus. Si se va el virus, se va la crisis.

Mucha gente ha dejado de consumir no por falta de ganas, sino por miedo a salir de sus casas o porque el gobierno ha forzado el cierre de negocios para evitar el contagio. Una apuesta razonable es que hay mucha demanda contenida lista para destaparse tan pronto sea seguro. Por eso es tan importante que el gobierno actúe con eficacia y rapidez en la implementación de la estrategia de vacunación. No solo están en juego miles de vidas humanas, también está de por medio la salud de la economía.

Los pronósticos para 2021 son que el PIB crecerá alrededor de 3.5%, un desempeño que apenas logrará compensar poco más de una tercera parte del hueco que dejó la contracción de 2020, pero que en términos relativos es extraordinario. Estamos hablando de una diferencia de más de 12% del PIB entre un año y otro.

La mayor actividad económica se dará principalmente por las vacunas y la confianza que generarán en los consumidores, pero otros factores ayudarán. Arriba de la lista están las bajas tasas de interés. El costo del dinero está a casi la mitad en México de lo que estaba hace un año y medio y a mínimos históricos en el resto del mundo. Nuestra dependencia con Estados Unidos también nos beneficiará. Se estima que el crecimiento en aquel país, adonde se destinan 80% de nuestras exportaciones, alcanzará 5% en 2021, su mejor desempeño desde 1984.

Pese a que existen motivos para cierto optimismo, 2021 traerá riesgos importantes que podrán causar decepciones. El gobierno ofreció pocos estímulos económicos el año pasado para enfrentar la crisis, lo que hará que la recuperación sea menos vigorosa. Tampoco cuenta con los recursos suficientes para darle un fuerte empujón a la actividad productiva. Mucha gente quedó afectada por la crisis, por lo que aun con las vacunas será difícil que decidan gastar mucho dinero. Varios negocios dejaron de existir y otros no sobrevivirán, lo que afectará la creación de empleo. Y no hay que olvidar que este año es de elecciones, lo que complicará el entorno político. Con todo y estos vientos adversos, no veo cómo 2021 pueda ser peor que 2020. 

* Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente en Milenio el 14 de enero de 2020. 

2021-01-14T15:10:00-06:00