La capacidad de las personas para desarrollarse en el ámbito laboral y experimentar movilidad ocupacional en México se ve afectada no solo por su educación y las características de su primer empleo sino también por la ocupación de los padres.

Dado que las labores que los individuos llevan a cabo como medio para ganarse la vida influyen tanto en su posición social como en sus oportunidades de acceso a sistemas de seguridad social, salud y educación, el impacto de la movilidad ocupacional en la movilidad social de la población es sumamente relevante.

La correspondencia entre empleo y educación

Uno de los problemas que se presentan al existir una baja movilidad social en combinación con un bajo crecimiento económico es la poca correspondencia entre la demanda de empleo y el capital humano. Como ya lo hemos mencionado en entradas anteriores, la ausencia de empleos de calidad genera un exceso de individuos preparados y provoca modificaciones en las estructuras salariales, impulsando la desigualdad en términos de ingreso.

Diversos estudios señalan la conveniencia de mejorar la correspondencia entre los puestos laborales y la capacitación de los empleados, promoviendo de esa manera la productividad y la movilidad social: un círculo virtuoso que podría contribuir de manera importante a la reducción de las desigualdades y al incremento del crecimiento económico del país.

Para ello se requiere eliminar ciertas barreras y fomentar la participación del Estado en la forma de políticas activas, como facilitar la intermediación entre empleadores y buscadores de empleo o financiar la capacitación y la educación de los adultos, a la vez que incentivar la creación de empleos de calidad por parte de los agentes económicos.

En términos de los factores mencionados al inicio de esta entrada, el informe del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional 2016 del INEGI muestra claramente la influencia que tiene el hogar de origen en la baja movilidad ocupacional en México. En todos los ramos ocupacionales medidos, el porcentaje de la población de 25 a 64 años que se encuentra laborando en la misma ocupación que el proveedor principal de su hogar de origen es mayor que aquellos que realizan diferentes labores.

De igual manera, ese mismo informe nos indica que, por lo que respecta al efecto que tiene la ocupación inicial de los individuos, la persistencia para permanecer en el mismo puesto es alta. Esto es a su vez un reflejo de las características del mercado laboral, de las condiciones del sistema educativo en México y del peso que tienen las decisiones de los padres en la inversión educativa de sus hijos.

La baja movilidad ocupacional no solo tiene un efecto negativo en el estancamiento en los estratos más alto y más bajo, o en la productividad y el desarrollo económico del país, también afecta la percepción de los individuos en los estratos medios, generando, en palabras del Secretario General de la OCDE, “incertidumbre y temor de sufrir deterioro social y exclusión”.

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2018-09-14T21:51:50-05:00