¿Quiénes pueden acceder a la movilidad social?

Jovita Martínes González

Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social

La movilidad social se entiende como el cambio de nivel socioeconómico de una persona a través del tiempo, lo cual depende de la conjunción de una serie de factores que permiten el acceso a mejores oportunidades para mejorar la calidad de vida. 

La movilidad social en México es baja y entre las regiones hay marcadas diferencias, observándose así menor movilidad social en los estados del sur-sureste: «alguien que nace en un hogar muy pobre en el norte tiene 3 veces más posibilidades de salir de la pobreza que quien nace en el sur en la misma situación» (CEEY 2019).  El resultado anterior se explica por el mayor dinamismo económico de los estados del norte, mejores oportunidades para acceder a formación académica, oportunidades laborales, así como acceso a más y mejores servicios.

Pero, ¿qué se podría hacer para ampliar esas oportunidades para todas y todos, independientemente del lugar de nacimiento?

Al respecto, existen diferentes teorías con enfoque de igualdad de oportunidades en las cuales se plantean instrumentos de redistribución de recursos por medio de la política fiscal (Atkinson 2015). Algunos de ellos se llevan a cabo en el país, por ejemplo, impuestos progresivos como el ISR o el impuesto predial; sin embargo, aún se requieren más acciones que permitan a la población disponer de mejores servicios básicos como acceso a la salud, a la educación y oportunidades de empleo.

Asimismo, se debe avanzar con acciones inmediatas que requieren fuertes cambios culturales para propiciar mejores oportunidades para las mujeres, ya que se ha observado que cuando una mujer tiene mejores oportunidades o logra una mayor movilidad social, el efecto multiplicador es mayor. La situación anterior devela que invertir en la formación de las mujeres es una inversión redituable socialmente.

Cabe descartar el contexto adverso que debe sortearse en nuestro país en donde el 66.1 % de las mujeres sufren de violencia doméstica (INEGI 2019), aunado a la pobreza      en el que se encuentra el 42 % de la población (CONEVAL 2018). Con esta realidad, se puede entender por qué tan solo 3 % de la población del primer decil puede llegar al décimo decil.

Alcanzar una mayor movilidad social resulta más complicado para las mujeres, pues una gran parte del tiempo lo dedican a la economía de cuidados (Sen 2000), acentuándose a medida que el nivel socioeconómico es menor. Para poder alcanzar la igualdad es necesario liberar ese tiempo, por lo que se requiere un cambio al interior de las familias, es decir, que haya mayor participación y corresponsabilidad en el tema de los cuidados a niños y adultos mayores, así como en las labores domésticas. Además de una serie de acciones específicas por parte tanto de las Organizaciones No Gubernamentales como del Gobierno. Por ejemplo: campañas publicitarias de corresponsabilidad en las labores domésticas y de cuidados, acceso a guarderías para cuidados infantiles, becas para estudiantes, impuestos progresivos, entre otras. 

Por último, es importante resaltar que el cambio principal se debe dar en la sociedad, pues en el país, también hay una fuerte concentración de riqueza en los deciles más altos, lo que genera mayor polarización económica.

Referencias

Atkinson, A. (2015) Inequality: What can be done? En A. Atkinson, Inequality: What can be done? (pág. 179). Cambridge, Massachusets: Harvard University Press.

CEEY ( 2019) Informe de movilidad social en México 2019: Hacia la igualdad regional de oportunidades, México: CEEY Editorial. 

CONEVAL (2018) https://www.coneval.org.mx/. Obtenido de: https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx

INEGI (21 de Noviembre de 2019). https://www.inegi.org.mx. Obtenido de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/Violencia2019_Nal.pdf

Sen, A. (2000) Desarrollo y Libertad. En A. Sen, Desarrollo y Libertad (págs. 133-137). Barcelona, España: Planeta S.A.

 

2021-07-16T00:20:47-05:00