¿Viene crisis financiera?

Enrique Díaz-Infante Chapa*

A consecuencia del COVID-19, la falta de apoyos del gobierno a las empresas y trabajadores para enfrentar la crisis y en general por el pobre desempeño que la economía viene acarreando desde mediados de 2018, la economía mexicana -según pronósticos del FMI- decrecerá en 2020 alrededor de -10.5%. De acuerdo con la Encuesta de Ocupación y Empleo del INEGI, en abril se perdieron 2.1 millones de empleos formales y 10.4 millones de informales. Hasta el cierre de mayo, 10 mil negocios han desaparecido. ¿Cómo impactará todo esto al sistema financiero?

A diferencia de lo ocurrido en la crisis de 1994, la actual crisis llega en un momento en que la banca comercial cuenta con niveles de capitalización del 16%, superiores al 10.5% requerido por la regulación de Basilea. Su cartera vencida es apenas de 2.3% y goza de buena liquidez. Por otra parte, autoridades y banqueros tomaron medidas oportunas al inicio de la pandemia para evitar que el incumplimiento de los deudores en el pago de sus deudas afectara en lo inmediato el balance de los bancos. Dieron una prórroga al pago de créditos de cuatro a seis meses a los poco más de 7 millones de acreditados que la pidieron y acordaron no contabilizar el impago respectivo como incumplimiento para que los bancos no tuvieran que construir reservas preventivas. 

Sin embargo, los efectos de la crisis no serán igual para todos los intermediarios financieros. Serán peores para aquellas entidades enfocadas al crédito al consumo. Las SOFOMES, uniones de crédito, cajas de ahorro y sofipos (intermediarios no bancarios o INB) y también los bancos especializados en atender mipymes o que están muy concentrados en ciertos segmentos de crédito (ie. vivienda y autos), son quienes más verán afectada su solvencia. Su clientela es la que más ha perdido ingreso con la contingencia sanitaria. Por lo mismo, no sorprende que la cartera vencida de Banco Azteca ya se ubica en niveles de 11.20% y la de Bancoppel de 14.71%, niveles muy superiores al promedio de 2.3% de la banca. 

Sin embargo, la eventual quiebra de algunos pequeños bancos –tipo FAMSA, que acaba de ocurrir, aunque por razones no relacionadas con la pandemia- y de varios INB enfocados al segmento popular, no debiera representar la actualización de un riesgo sistémico para la banca. La interconexión de estos intermediarios con el resto de la banca comercial es limitada. Al cierre de marzo de 2020, los activos de la banca múltiple con estos intermediarios representaban apenas 2.1% de los mismos (Banxico, junio 2020, p. 136, https://bit.ly/349CKbx). Además, el seguro de depósito que protege el ahorro de los depositantes de bancos y sofipos, respectivamente, debería inhibir una eventual corrida de pánico de ahorradores. La baja penetración bancaria y los pobres niveles de inclusión financiera, debieran jugar a favor de la estabilidad financiera, aunque en contra de la reactivación económica.  

Donde también será considerable el impacto negativo de la crisis es en la banca estatal. Los créditos que prestan los INB, se fondean –en gran medida- con recursos estatales de la banca de desarrollo y de fideicomisos públicos. El aumento de la cartera vencida de estos INB afectará su capacidad de pago a sus fondeadores. El camino para el eventual rescate que se haga de estas instituciones públicas ya lo conocemos en razón de lo vivido por la crisis de 94. Su capitalización será con cargo al contribuyente, vía el Presupuesto de Egresos. La nimia recuperación de cartera que se tenga, se hará en el tiempo a través del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (antes SAE) y/o de fideicomisos que se constituyan para tales efectos. 

En suma, que es muy probable que, a consecuencia de la crisis económica, empecemos a ver la liquidación de algunos bancos y de varios INB. Sin embrago, el reducido tamaño de estos, su limitada vinculación con otros,  la regulación prudencial implementada a raíz de la crisis anterior y la baja penetración bancaria, debiera  evitar que la actual caída económica se traduzca en una financiera. 

* Director del Programa Sector Financiero y Seguridad Social del CEEY | Twitter: @ediazinfante | Correo: @[email protected]Columna publicada originalmente en Reforma  el 26 de agosto de 2020. 

2020-08-28T11:47:03-05:00