¿Sistema Financiero para la Movilidad Social?
Enrique Díaz-Infante Chapa*
En el contexto de la crisis económica y de la pandemia, el pasado viernes 18 de febrero, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) y el FAIR Center for Financial Access, Inclusion and Research del Tecnológico de Monterrey (FAIR Center) lanzamos un proyecto de investigación sobre el Sistema Financiero Mexicano desde una perspectiva de inclusión financiera para la movilidad social. La intención es analizar en qué medida y cómo puede el sistema financiero ayudar a la reactivación económica con crecimiento incluyente.
A ambas instituciones nos preocupa entender el impacto que la falta de crecimiento y el aumento de la desigualdad que estamos viviendo en el país, va a tener en la movilidad social de las personas. Vemos rezagos inquietantes en la formación de capital humano con consecuencias perjudiciales para el desarrollo en el largo plazo. Especialmente por lo que toca a la incorporación y mantenimiento de las personas en el mercado laboral.
La hipótesis principal que guía esta investigación es que el sistema financiero si puede ayudar a la reactivación económica con movilidad social. Esto en razón de que, como bien señala Gustavo Del Ángel en una investigación realizada para el CEEY en 2018, y que está pendiente de publicarse, de acuerdo con la literatura, el sistema financiero facilita la inversión en capital humano y el emprendimiento, a través del ahorro, la acumulación de activos y el financiamiento. Lo anterior, con impactos positivos en el bienestar socioeconómico de las personas.
En general, la literatura de inclusión financiera da por sentado que ésta, al combatir la pobreza, contribuye a la movilidad social ascendente, lo cual no es tan claro. A decir del Banco Mundial (2014) en su “Reporte sobre el Desarrollo Financiero” (https://bit.ly/35OnaF1), el impacto de la inclusión financiera en la pobreza varía según el tipo de servicios financieros que se analice. El acceso a servicios de pagos y ahorros básicos tiene beneficios incuestionables para los pobres. En productos de seguros, también hay evidencia de un impacto positivo. Para las empresas, especialmente las pequeñas y jóvenes que enfrentan mayores restricciones, el acceso a financiamiento se asocia con la innovación, la creación de empleo y el crecimiento.
Galor y Zeira (1993) sostienen que las restricciones de crédito afectan mayormente a los más pobres que carecen de recursos (y colaterales) para financiar sus proyectos (https://bit.ly/3IEOW5B). Estas restricciones a decir de Banerjee, et al (1993) hacen que los más necesitados elijan ser empleados en vez de emprendedores, lo que además genera una economía de empleados (https://bit.ly/3tqcsNe). Esto es lamentable pues, como Velez y Velez (2014) han concluido (https://bit.ly/3MmOtXS), el empresarialismo puede ser un buen vehículo de movilidad social ascendente.
Pero hay también estudios muy críticos de ciertos aspectos de la inclusión financiera y de su impacto social. Hay quienes sostienen que, si bien el desarrollo del sistema financiero amplia las oportunidades de grupos económicos menos favorecidos, al mismo tiempo puede generar mayor desigualdad. Esto, ya que mejora los servicios financieros de quienes ya tienen acceso a ellos, especialmente de aquellos en los estratos económicos altos.
También hay quienes atacan microcrédito por considerarlo una trampa de pobreza. Estos ataques pudieran surgir del hecho de las altas expectativas y de corto plazo que el mismo despertó hace par de décadas y que no se han cumplido en la forma esperada. Por lo mismo hay quienes señalan que estos problemas de expectativas se deben a que los impactos de la inclusión financiera, al igual que los de la movilidad social, deben evaluarse en el largo plazo.
Todo lo anterior, hace ver la necesidad de estudiar y entender con mayor precisión los diversos aspectos de la inclusión financiera a fin de determinar su impacto en el desarrollo y especialmente en la movilidad social. Esto permitirá proponer recomendaciones de mejora al sistema financiero a fin de que tenga impactos positivos en el bienestar socioeconómico intergeneracional de las personas. A eso y a otras cuestiones más nos abocaremos el CEEY y el FAIR Center en el mencionado estudio.
*Investigador del CEEY. Twitter: @ediazinfante. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente por El Norte de Reforma el 10 de marzo de 2022.