Buscando rayos de luz
Apuntes Financieros
Julio Serrano*
Si la situación en México era de por sí complicada, con los recientes ajustes en los mercados financieros se puso, como diría mi abuela, color de hormiga. Pese al oscuro panorama que enfrentamos, me quiero enfocar en algunos rayos de luz.
Primero lo malo. El lunes el dólar superó los 21 pesos, el precio del petróleo cayó más de 30% y la Bolsa Mexicana de Valores perdió más de 6% de su valor. Ayer los mercados rebotaron, pero están lejos de recuperar lo perdido.
Los peligros de los recientes ajustes son evidentes: Pemex, en riesgo desde hace tiempo de perder su grado de inversión, puede ver sus finanzas debilitarse con mayor rapidez a causa del desplome del precio del petróleo. Esto, a su vez, puede provocar una reducción en la calificación de la deuda del país. Las finanzas públicas pueden debilitarse aún más y la economía caer en recesión, lo que detonaría la pérdida de empleo.
Pero no todo es negativo. Existen algunos rayos de luz en este sombrío entorno. Empecemos con el petróleo. Es verdad que la fuerte reducción en el precio del combustible impactará los ingresos de Pemex de manera considerable. Sin embargo, el golpe va a ser mucho menor gracias a las coberturas que compró Hacienda hace meses en las que fijó el precio del petróleo para todo el año. Por desgracia, no se protegió al ciento por ciento. Pero algo es algo.
Asimismo, el menor precio del petróleo le permitirá al gobierno recaudar más fondos por los impuestos a la gasolina. La clave es mantener los precios de la gasolina fijos. De lo último que se puede dar el lujo el gobierno es permitir que bajen o, peor aún, mantener subsidios. Los impuestos a la gasolina han representado una importante fuente de ingresos públicos en los últimos años. Con un petróleo más barato y una gasolina a precio fijo, podemos anticipar que se incrementen.
Otro rayo de luz en caso de que se mantenga alto el tipo de cambio es la mayor competitividad de nuestras exportaciones. Como sabemos, uno de los principales motores de nuestra economía son las ventas de productos a Estados Unidos. Con un peso más barato, podemos esperar que sean más atractivos. También podemos anticipar más reducciones en las tasas de interés por parte de Banxico dada la precaria situación, lo que se traducirá en hipotecas y créditos más baratos.
Por último, el rayo de luz con mayor potencial es que el gobierno de López Obrador reaccione a la crisis enderezando el rumbo del país. Un cambio que aportaría beneficios tangibles inmediatos sería reactivar la inversión privada en el sector energético. Con un Pemex debilitado por el menor precio del petróleo, es difícil pensar que puede desarrollar solo las oportunidades que tiene a la mano para extraer crudo en aguas profundas, por ejemplo. Permitir la entrada de la iniciativa privada pasa a ser una decisión de conveniencia a una de necesidad.
Con lo anterior no quiero sugerir que los recientes ajustes son buenas noticias para el país, solo que conllevan aspectos positivos.