¿Cuál es el estatus de la movilidad social en México?
Comparar las condiciones socioeconómicas de las generaciones actuales con las anteriores nos permite visualizar la movilidad social en México y a la vez determinar los factores que influyen en ésta.
Sin embargo, la oportunidad para desarrollar análisis adecuados depende del volumen y la calidad de la información recabada, lo que puede presentar retos para realizar ciertas mediciones, como se menciona en el documento de trabajo del CEEY Movilidad de corto plazo en ingresos laborales: el caso mexicano.
Movilidad social de ritmo bajo
Se ha resaltado el hecho de que la movilidad intergeneracional en México es baja, en términos generales. Hemos también hecho mención de que a pesar de encontrar contextos específicos en los que se presenta movilidad ascendente, la movilidad en conjunto presenta un alto grado de estancamiento, principalmente en los extremos del espectro socioeconómico.
Aunado a esto, diversos estudios muestran la existencia de importantes diferencias regionales con variaciones en las distintas dimensiones. Las oportunidades para ascender en la escala socioeconómica son notoriamente mayores en el norte del país y en las zonas metropolitanas, mientras que la tasa de persistencia en el quintil más pobre es superior en el sur y el sureste.
La dinámica observada en la movilidad social en nuestro país apunta a una persistencia en la desigualdad de oportunidades, influenciada por diferentes factores y afectando la capacidad de logro de las personas. Por otro lado, se han identificado circunstancias que aumentan la complejidad de los análisis, como lo es la relación entre la escolaridad y el mercado laboral, en donde la retribución no es proporcional a la calificación.
En el caso de la educación, también se observa una relevante influencia del origen socioeconómico: más del 80% de las personas cuyos padres no tienen estudios no alcanzarán estudios mayores al nivel secundario, y casi la totalidad de las personas cuyos padres tienen estudios superiores alcanzará por lo menos el nivel medio superior. Aquí cabe mencionar que la ocupación del proveedor también tiene una correlación directa en la escolaridad de los dependientes: a mayor nivel ocupacional, mayor escolaridad.
Por lo que toca a la movilidad ocupacional, de acuerdo al reporte del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional (MMSI) 2016 del INEGI, se puede observar una ligera movilidad descendente en las diferentes divisiones de ocupación, con una mayor transmisión en los hijos de profesionistas y técnicos (44.1%) que en los demás.
Con respecto a la dimensión de salud, los esfuerzos del CEEY han permitido determinar que cerca del 70% de la desigualdad de los hijos en este rubro es explicada por la desigualdad de los padres, siendo menor la transmisión de logros en salud para aquellos que se encuentran en situación de pobreza.
El lento progreso de la movilidad social en México incide en la persistencia de la pobreza y de manera indirecta en una situación de bajas aspiraciones entre la población de menor nivel socioeconómico. Las políticas públicas que se implementen deben considerar las características particulares de la desigualdad de oportunidades en las diferentes dimensiones y así impulsar el desarrollo social en su justa medida.