Desigualdades y discriminación en México: la situación de las mujeres

Cecilia López Huato

Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social

Cuando una persona se entera que de los poco más de 126 millones de personas que residen en México, 51.2% son mujeres (INEGI 2020), nunca hay un sobresalto, no parece sorprender, ni siquiera llamar la atención. Al revisar solamente esta figura se podría creer que la sociedad mexicana, al ser mayoritariamente femenina, incluye a las mujeres en gran parte de sus esferas productivas. Parecería lógico pensar que, al ser un poco más de la mitad de la población, la participación femenina sería también ligeramente mayor; lamentablemente no sucede así. 

Tanto en México, como en el mundo, las mujeres llevan siglos jugando un papel secundario en la sociedad, pues históricamente se les ha negado el acceso a la educación, han sido excluidas del mercado laboral, se les han asignado actividades de cuidado no remuneradas y además, son blanco de los estereotipos y expectativas que la sociedad erróneamente les impone (López 2020). Estas desigualdades estructurales entre hombres y mujeres han permanecido y sus estragos se han intensificado en el modelo económico que predomina actualmente.

Según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (CNBV 2018), solamente el 18.8 % de las mujeres logra concluir su educación a nivel superior (ingeniería o licenciatura) en contraste con el 20.4 % de los hombres. Si bien, esta brecha no es tan grande, representa una de las principales barreras para la inclusión financiera de las mujeres, pues solamente el 43.8 % ingresa al mercado laboral formal, resultando en una menor posibilidad de acceso a recursos financieros para enfrentar los retos económicos que se presenten (López 2020). 

Lo anterior es un reflejo de los estereotipos que rodean a las mujeres, ubicándolas poco competentes para ciertos puestos laborales y asignándoles casi por nacimiento actividades referentes al cuidado: 9 de cada 10 mujeres desempeñan trabajo del hogar no remunerado, de las cuales 9.7 % tienen una jornada laboral superior a las 48 horas semanales y únicamente 1.5 % de ellas cuenta con acceso a una institución de salud (INMUJERES 2019). Por otra parte, datos del INEGI (2018) indican que el valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados es de 5.5 billones de pesos donde la tasa de participación de las mujeres es el 96.1 % frente a 65.4 % de los hombres (CNBV 2018).

Aunado a las cifras anteriores, las mujeres enfrentan también un sinnúmero de estereotipos al intentar introducirse al mercado laboral. De acuerdo a una investigación de Arceo y Campos (2014) existe un sesgo en la contratación en el mercado laboral mexicano según el color de piel de las y los candidatos, donde la  currícula (CV’s) con fotografía de mujeres con tez clara recibieron 17 % de llamadas en comparación con 14 % de aquellas con tez morena en la fotografía. Resulta aún más preocupante que entre los hombres no se mostró diferencia significativa (12 % y 10 %, respectivamente). En un enfoque similar, pero utilizando la complexión como variable principal, Campos y González (2020) demostraron una diferencia significativa en las respuestas positivas para CV’s con fotografías de mujeres con complexión delgada y robusta, donde las primeras recibieron 29.1 % de llamadas mientras que las segundas solamente 21.3 %. En esta investigación tampoco hubo diferencia significativa con la respuesta hacia los hombres (21.4 % delgado y 21.3 % robusto).

Las cifras presentadas en este documento son sumamente alarmantes y es urgente atender las problemáticas sociales con perspectiva de género para poder reducir las desigualdades de género en nuestro país. Es importante que información como esta siga siendo investigada y comunicada a los sectores productivos y a la sociedad en general, pues el crear conciencia de las diferencias tan significativas que afectan a las mujeres se podrán diseñar mejores políticas públicas que busquen atacarlas.

 

Referencias

Arceo-Gomez, E., Campos-Vazquez, R. (2014) Race and Marriage in the Labor Market: A Discrimination Correspondence Study in a Developing Country. American Economic Review. DOI: 10.1257/aer.104.5.376.

Campos-Vazquez R., Gonzalez E. (2020) Obesity and hiring discrimination. Economics and Human Biology. DOI: 10.1016/j.ehb.2020.100850.

CNBV (2018) Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/414832/Libro_Tabulados_ENIF2018.pdf

INEGI (2020) Censo de Población y Vivienda 2020. Presentación de resultados. https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/ccpv/2020/doc/Censo2020_Principales_resultados_ejecutiva_EUM.pdf

INEGI (2018) Hombres y mujeres en México 2018. Disponible en: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/MHM_2018.pdf.

INMUJERES (2019) Trabajo del hogar remunerado. Disponible en: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/BoletinN5_2019.pdf

López, P. (2020) Políticas públicas para la inclusión financiera de las mujeres. México: CEEY Editorial.

 

2021-07-15T23:46:12-05:00