Economía en México: la importancia de la educación financiera (II)

En la entrada anterior mencionamos algunos elementos que hacen de la educación financiera un factor importante para la economía en México y en el mundo, particularmente en lo que se refiere a la adquisición de habilidades y buenos hábitos financieros.

Los beneficios directos que la educación financiera da a los individuos, las empresas y la economía en general, son sólo una parte de las ventajas que ella ofrece. Sus efectos influyen también en la estructura del sistema financiero, ayudando a su desarrollo, a su mayor penetración y al crecimiento de la economía. Estos también impactan, al mismo tiempo, a los usuarios del sistema, de manera positiva en su bienestar socioeconómico y en mejorar sus oportunidades.

Decisiones responsables y bien fundamentadas

Una sociedad que hace buen uso de sus recursos económicos es un motivador para el desarrollo de productos y servicios por parte de los intermediarios. Un manejo sano de nuestras finanzas significa un menor desperdicio de recursos, una optimización que contribuye a que el sistema sea sostenible, gracias a una participación responsable de sus clientes, lo que da la posibilidad de generar un círculo virtuoso en el que ganen tanto las personas como las instituciones. 

Por otro lado, el uso adecuado de los instrumentos ofrecidos por el sistema financiero le da a éste la oportunidad de acumular información que le permita diseñar productos dirigidos a un sector en particular. Contar con esta retroalimentación impulsaría el desarrollo de servicios que cubran las necesidades de los clientes. Dentro de éstas, por su impacto al desarrollo cabe destacar las específicas de las mujeres y las microempresas. Por dar un ejemplo; la brecha de género no solo está en el uso y el acceso al sistema, sino también en el conocimiento de las ventajas—o desventajas—de las herramientas y los productos disponibles.

El comportamiento financiero responsable también influye en la regulación de las instituciones por parte de las autoridades y en las correspondientes políticas públicas. La colaboración de organismos como el CEEY en el desarrollo de estas políticas y los programas de educación financiera ayudan a mejorar la calidad de la participación de individuos y empresas en la economía en México, como se puede ver en el artículo Educación e Inclusión Financiera en México.

Entre otras ventajas de la educación financiera está el mutuo entendimiento entre clientes e intermediarios, lo que puede mejorar la percepción del público y generar mayor confianza, así como el impulso a la incorporación de personas y negocios al sector formal, con los beneficios que esto conlleva para aquellos y para la economía del país en general. Y es que la desconfianza de los consumidores y el alto grado de informalidad de la economía, son dos de los factores que más afectan, en forma negativa, la inclusión financiera y el crecimiento con equidad. 

Así, aprender a gestionar nuestros recursos no solamente nos da un mayor control sobre nuestras finanzas y la tranquilidad que esto implica, también motiva al sistema financiero a proveer mejores servicios y fortalece la economía en México.

2019-08-19T12:35:56-05:00