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Hay cosas más importantes que mexicanizar Banamex

Julio Serrano*

Coincido con López Obrador. A mí también me gustaría que Banamex se “mexicanice”. Lo que me preocupa es que éste sea el criterio rector. El principal objetivo del gobierno debe ser que quien compre el banco sacuda el sistema financiero nacional y le inyecte una muy necesaria dosis de competencia. Si el grupo ganador es mexicano, qué mejor.  

La banca extranjera tiene un enorme peso en México. Son dueños de los tres bancos más grandes del país en términos de activos totales. En pocas economías importantes del mundo los extranjeros cuentan con una participación de mercado tan elevada. No es difícil entender por qué: que la matriz de un banco local esté fuera del país en el que opera puede traer desventajas. Los intereses no siempre van a estar alineados entre el lugar donde se toman las decisiones y el lugar donde se implementan.  

Obviamente, la postura nacionalista de López Obrador también tiene un ángulo político. Quien criticó tanto la venta de Banamex a Citi en 2001 ahora puede posicionarse como el responsable de que regrese a manos mexicanas.  

Pero esto no basta. Que sea deseable tener más participación nacional en la banca y que el Presidente se beneficie políticamente de este resultado no significa que se deban de excluir otros criterios. De hecho, hay uno que debe estar por encima de todos: el nuevo dueño tiene que incrementar la competencia en el sector para mejorar la calidad y el precio de los servicios que ofrece a los consumidores. 

Nuestro sistema bancario deja mucho que desear. El acceso a crédito, en particular para las empresas pequeñas y medianas, es limitado. Las comisiones que se cobran son elevadas. El número de sucursales en relación con el número de habitantes es bajo. La mitad de la población no tiene acceso a servicios bancarios. La fintech está ayudando a mejorar las cosas, pero urge más competencia en la banca tradicional. 

Quien compre Banamex tiene espacio para operarlo mejor. Citi no lo ha manejado bien. Su cuota de mercado pasó de 25% cuando lo compró a 12% actualmente. Además, ha tenido que lidiar con escándalos como el de Oceanografía. La banca comercial no es lo suyo. Tan es así que decidió dejar el negocio a escala mundial, vendiendo subsidiarias en Asia y Europa.  

La decisión no es solo del gobierno. Aunque Palacio Nacional deberá dar su visto bueno para que se lleve a cabo una transacción, primero Citi tiene que estar de acuerdo. Y su único interés es obtener el mejor precio posible, sin importar quién escriba el cheque.  

No será fácil para los grupos mexicanos ser los mayores postores dado el tamaño de Banamex. Solo unos cuantos tienen la capacidad para competir y algunos pueden presentar problemas de concentración de mercado. En contraste, hay varios jugadores extranjeros con los recursos para comprar y apuntalar el banco sin afectar la competencia. Espero que Banamex se mexicanice, pero no a costa de los consumidores. 

*Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente en Milenio el 20 de enero de 2022.

2022-01-20T12:59:46-06:00