Inclusión financiera de las mujeres para la movilidad social en México

Diego Adán Ramírez Rodríguez

Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social

En México, el porcentaje de adultos que tiene acceso a una cuenta en alguna institución financiera formal asciende al 36.9 %, mientras que en países como Kenia esta cifra llega al 84.8 % (Navis et al. 2020).

Existen diversos factores que contribuyen a esta problemática: los consumidores que reportan ingresos insuficientes, informalidad laboral, desconfianza en el sector bancario, altas tasas de interés, infraestructura bancaria limitada, estos son algunos de los factores que pueden explicar el problema.

Por otra parte, la brecha de inclusión financiera no solo se debe a los diferentes niveles en los ingresos de las personas, sino que el género también contribuye al problema porque las mujeres tienen menos acceso que los hombres a productos y servicios financieros.

El Global Findex (2017), señala que en México el 33 % de las mujeres mayores de 15 años tiene una cuenta en una institución financiera, esta cifra asciende a 39 % en el caso de los hombres. Al contrastar esta situación con los cinco países[1] con índice de desarrollo humano (IDH) más alto, vemos que, en promedio, el 99 % de las mujeres tiene una cuenta.

La inclusión financiera de las mujeres en México ha aumentado, pero siguen existiendo una gran cantidad de barreras. Actualmente no existen productos y servicios financieros que cubran de forma óptima las necesidades de las mujeres, la desigualdad en la inserción laboral y la gran mayoría de empleos de las mujeres son informales. Otro elemento importante que ayuda a explicar la situación en México es lo que señala Nussbaum (2000): las mujeres con doble turno tienen menos tiempo para aprender y emprender en actividades remuneradas.

En México, al ser un país con baja movilidad social, la inclusión financiera tiene un papel muy importante para que grupos sociales históricamente desaventajados, como las personas pobres y las mujeres, sean más productivos generando inversiones en capital humano mediante el ahorro, acumulación de activos y el financiamiento (López-Rodríguez 2019).

El objetivo de lograr una mayor inclusión financiera de las mujeres en México es evidentemente deseable, pero conseguirlo es complejo. Considero firmemente que resulta apremiante nivelar el campo de juego en nuestro sistema financiero, de tal manera que exista más cobertura y diversidad en productos y servicios que satisfagan las necesidades de las mujeres; además, es urgente reformar el mercado laboral para que no existan incentivos a discriminar y se fomente la creación de empleos formales para que las y los trabajadores tengan mejores prestaciones y oportunidades.

Referencias

Navis, K., Mukherjee, A., Gelb, A., Castañeda, J. A., Mazari, I., & Torres, L. M. (2020) Center for Global Development. Disponible en: https://www.cgdev.org/publication/puzzle-financial-inclusion-mexico-closeable-gap

Global Findex (2017) «Global Financial Inclusion: Global Findex Database», Banco Mundial.

Nussbaum, Martha (2000).«Women’s Capabilities and Social Justice», Journal of Human Development, Vol. 1, No. 2.

López-Rodríguez, P. (2019b) «El efecto de la inclusión financiera de las mujeres en la movilidad social de los hijos», Documentos de trabajo del CEEY, Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

 [1] Los cinco países con alto IDH considerados son Alemania, Suiza, Noruega, Australia e Irlanda.

2021-07-15T23:44:15-05:00