Foto: Telokwento
La mala racha de López Obrador y sus consecuencias
Julio Serrano*
No son buenos tiempos para el Presidente. Una ráfaga de malas noticias lo han puesto contra la pared. ¿Qué tan dañado está? ¿Cómo afectará su comportamiento en lo que resta de su gobierno?
Los problemas recientes empezaron con el reportaje de la casa de Houston en la que vivió José Ramón, su hijo mayor. La noticia dominó los medios por semanas y le quitó el control de la agenda a López Obrador, algo casi inusitado. Su reprobable reacción (atacar a Loret de Mola, uno de los autores de la investigación, y hacer públicos sus supuestos ingresos) en lugar de apaciguar la situación, la enardeció.
El Presidente ha sufrido otros golpes desde entonces, dentro de los que destacan la creciente disposición de políticos de Estados Unidos y de medios extranjeros de criticar su gobierno. El último fue el reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el que señala casi 18 mil millones de pesos de gasto federal por aclarar en 2020. Las anomalías se registraron en partidas relacionadas con obras insignia de López Obrador, como el Tren Maya, Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, así como en algunos de sus programas sociales prioritarios, como Sembrando Vida, Pensión para Adultos Mayores y Jóvenes Construyendo el Futuro.
Los datos de la ASF sobre la falta de orden en las cuentas públicas se suman a reportes de que Dos Bocas y el Tren Maya están 40% por encima de presupuesto. Estas noticias ponen en entredicho los diferenciadores que tanto ha promovido el Presidente con sus antecesores. Resulta que en su gobierno también hay miles de millones de pesos de gastos sin comprobar y de sobreprecio en obras públicas.
¿Qué tanto le va a costar en su popularidad esta mala racha? Ya veremos las encuestas y las elecciones estatales que vienen. Mi impresión es que con respecto a los temas de arriba no tanto. Su base es muy sólida y no creo que a muchos los haga cambiar de opinión asuntos como el pleito con Loret de Mola. Lo que sí puede afectarle más es la economía. Aquí las noticias tampoco son buenas. Empezamos 2022 con una contracción de 0.1% en enero en el indicador Global de Actividad Económica (IGAE) que publica el Inegi, lo cual es un mal presagio. Es en este frente en el que veo que su base lo puede abandonar en masa, sobre todo considerando que el gobierno tiene poco margen presupuestal para compensar una mala economía.
¿Cómo va a reaccionar López Obrador ante la adversidad? ¿Va a rectificar el rumbo o se va a doblar en sus apuestas fallidas? Ya lo estamos viendo. Al Presidente se le aprecia más irritado, más defensivo. Sus adversarios lo están arrinconando y esto está provocando que se radicalice. A pocos les conviene este escenario, y definitivamente el país no es uno de ellos. Si asume una postura más extrema, el daño que puede causar es enorme. Hay pocas cosas más preocupantes que un presidente desesperado. La historia de México está plagada de crisis provocadas por actos de cólera.
*Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente en Milenio el 24 de febrero de 2022.