¿La pandemia por COVID-19 podría ser una oportunidad para reducir la brecha de género?

Abdelali Soto Vázquez

Participante en la XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social

La contingencia sanitaria por COVID-19 hizo más evidente la falta de políticas para hacer frente a la brecha de género en México, así como su interseccionalidad con otras dimensiones de la desigualdad, un fenómeno muy diverso, de acuerdo con lo que afirma Sen (2002).

Al respecto, la historia muestra que los efectos de una emergencia como la actual, originalmente de salud, ahora también económica, son muy distintos entre las mujeres y los hombres. Ellas verán deteriorarse en mayor grado sus condiciones de vida en lo público y lo privado, pues desempeñan los trabajos más precarizados y realizan las labores domésticas y el cuidado de menores (Wenham, Smith, Davies, Feng, Grepin, Crabb y Morgan 2020).

¿Qué ha pasado en la cuarentena con la brecha de género en México? Para tener una idea, aquí un par de datos pre-pandemia. En marzo de 2020 las mujeres representaron un poco más de la mitad (45 %) del porcentaje de hombres (76.4 %) que participaban en el mercado laboral. Además, 19.9 % de ellas mantenían condiciones inadecuadas de trabajo frente a un 8.8 % de los hombres; a razón del tiempo, los ingresos o una combinación insatisfactoria de ambos (INEGI 2020a).

¿Cómo cambió el panorama? En abril de 2020, un mes después de la declaración de la jornada de sana distancia y la suspensión de actividades no esenciales, la tasa de participación femenina descendió a 35 % y la masculina a 69 %; lo que significa que las mujeres salieron del mercado laboral en mayor proporción que los hombres, 10 contra 7.4 puntos respectivamente. Asimismo, el porcentaje de mujeres en condiciones inadecuadas de trabajo aumentó a 28.7 % y el de hombres a 26 %, si bien la variación fue mayor en ellos, la precariedad laboral de las mujeres los supera en proporción (INEGI 2020b).

Además, con el cierre de escuelas y guarderías las dobles y hasta triples jornadas se hacen presentes, reforzando el papel tradicional del sexo femenino (Duarte 2020). La ECOVID-ML del INEGI (2020c) muestra que debido a la contingencia sanitaria, de los 12.4 millones de mexicanas ocupadas, un 34 % trabajó desde su casa. De ellas, el 77 % desempeñó sus actividades durante el día, combinándolo con tareas como limpiar (78 %), cuidar a personas (25 %) y estar emocionalmente disponibles para los otros (sin cifras al respecto), al mismo tiempo manteniendo al virus a raya.

Los datos anteriores apuntalan el hecho de que las relaciones desiguales de género normalizan la exclusividad femenina de las labores domésticas; sin embargo, la actual pandemia ofrece la posibilidad de que las cosas sean diferentes, y que fuerzas contrarias promuevan la igualdad. Un ejemplo de ello es que 17 % de los 20.4 millones de hombres que trabajan, tuvieron que hacerlo desde casa y se involucraron en las labores domésticas y de cuidados, 78 % y 24 %, respectivamente. Estas cifras (pre-pandemia) eran de apenas 10 % entre los hombres ocupados (INEGI 2018).

Al respecto Alon, Doepke, Olmstead y Terlit (2020) señalan que tanto el cambio «obligado» en las normas sociales y los modelos de conducta, así como la mayor flexibilidad implementada en las modalidades de trabajo son parte de los efectos impuestos por la COVID-19; acerca de esto en México 59 % de las empresas hizo homeoffice (INEGI 2020 c).

Frente a lo anterior, una vez que más hombres han experimentado la alta exigencia que tienen las mujeres en lo cotidiano, ya no debe existir vuelta atrás. Como ocurrió con la incorporación laboral de las mujeres en los períodos postguerra (Alon et al. 2020), esta «nueva normalidad» abre el paso para que las cosas cambien para mejorar.

Referencias

Alon, T. M., Doepke, M., Olmstead-Rumsey, J., y Tertilt, M. (2020)  “The impact of COVID-19 on gender equality” National Bureau of Economic Research, No. w26947.

INEGI (2018) Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2018.

INEGI (2020 a) Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, primer trimestre de 2020.

INEGI (2020b) Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo, abril de 2020.

INEGI (2020c) Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral, abril 2020.

Sen, A. (2002, 30 de abril) “Desigualdad de género. La misoginia como problema de salud pública”, Revista Letras Libres. (http://www.letraslibres.com/mexico/desigualdad-genero-la-misoginia-como-problema-salud-publica).

Wenham, C., Smith, J. Davies, S., Feng, H., Grepin, K., Harman, S. Herten-Crabb, A. y Morgan, R. (2020) “Women are most affected by pandemics — lessons from past outbreaks”, Nature, 8 July 2020.

2021-07-15T23:49:59-05:00