La permanencia en los extremos de la escalera socioeconómica

En su libro El sol no sale para todos, el economista Gregory Clark expone casos de grupos que mantienen su estatus social por periodos inusualmente largos o con tasas de regresión a la media casi nulas, y que aparentemente se desvían de las predicciones de su Ley de Movilidad. Algunas minorías de élite y ciertos grupos marginados se alejan de la norma y presentan características que requieren de un análisis más profundo y detallado.

Así como los brahmanes han permanecido en la cúspide de la escala social por siglos, existen otras comunidades, algunas de ellas encapsuladas dentro de diferentes denominaciones religiosas, que han conservado su posición social por largos periodos. En estos grupos, las expectativas y las exigencias impuestas por sus propias religiones o por las otras religiones en la región que habitan, dan la pauta para que se presente una selección de sus miembros con base en afinidades. Dependiendo de la estructura ideológica, esa selección puede ser negativa o positiva y, de igual manera, la conversión por conveniencia a otras religiones puede influir en la persistencia del estatus del grupo.

También existen otros grupos que, siendo ya parte de las élites en sus países de origen, se han ido estableciendo en niveles aun más privilegiados al mudarse a países con políticas de migración estrictas y selectivas en las que se les da preferencia a aquellos que cuentan con mayor preparación o habilidades. Sin embargo, la migración de comunidades en desventaja por razones de necesidad económica también puede dar pie a una permanencia del grupo en la parte baja de la escala social.

Otra razón que se pone de manifiesto en el análisis de Clark, es la alta tasa de fertilidad en comunidades de estatus bajo, como las de los gitanos y viajeros ingleses, que al combinarse con la endogamia común en ese tipo de grupos y los métodos de selección para la inclusión o la exclusión de sus miembros, genera un ancla de permanencia prolongada en los peldaños de la escalera social.

Los mecanismos detrás de la permanencia de las personas en una determinada posición socioeconómica son muchos y muy variados. Cada caso requiere de un análisis pertinente, y las ventajas que ofrece la inclusión de los apellidos en el estudio de la movilidad social son innegables. El panorama que se presenta al desarrollar una investigación tomando en cuenta las competencias sociales subyacentes de las familias es más amplio y mejor definido.