Foto: ONU

Malas y buenas en el combate a la pobreza

Julio Serrano Espinosa*

El reporte “Medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020” que recién dio a conocer el Coneval está plagado de datos que nutrirán a los opositores de López Obrador. Hay mucho que criticar. Pero no todo es negativo. Escondidas entre los malos resultados generales se asoman algunas buenas noticias.   

Entiendo por qué la gran mayoría de los artículos sobre el reporte están contra el Presidente. De 2018 a 2020, el porcentaje de la población en situación de pobreza pasó de 41.9 a 43.9. Son 3.8 millones de mexicanos que asumieron esta condición para llegar a 55.7 millones. Más preocupante es que la pobreza extrema se incrementó en 2.1 millones para alcanzar 10.8 millones.   

Otra particular mala notica es que el número de familias sin acceso a salud pasó de 16.2% de la población en 2018 a 28.2% en 2020. Es decir, se suman más de 15 millones que no tienen dónde atender sus padecimientos médicos. La catástrofe que muchos previeron por la eliminación del Seguro Popular se cumplió. Por si fuera poco, tampoco hay un buen augurio para la movilidad social en ingresos, salud y educación.  

Ante estos resultados parece imposible encontrar ángulos positivos, pero existen. De entrada, hay que poner las cosas en perspectiva. La medición se llevó a cabo en medio de uno de los eventos más devastadores en generaciones. La pandemia provocó que cientos de miles de negocios quebraran y que millones de personas perdieran su empleo.   

Bajo este contexto, los resultados pudieron ser peores. Que “solo” 3.8 millones de mexicanos cayeran en pobreza tras un golpe tan brutal puede considerarse como un logro. De no haber sido por los apoyos del gobierno y de las remesas, el número de pobres pudo haber sido más del doble. No hay que olvidar que algunos pronósticos del año pasado hablaban de 7 a 14 millones de nuevos pobres.   

Al profundizar un poco en las cifras, también observamos otras buenas noticias. Pese a que el ingreso promedio de los hogares a nivel nacional cayó más de 4% entre 2018 y 2020, el de los hogares rurales subió más de 6%. El aumento en transferencias del gobierno parece haber sido eficaz en las zonas rurales.   

Asimismo, podemos encontrar aspectos positivos al segmentar los datos por edades. Mientras que la pobreza creció para la población en conjunto, para aquellos mexicanos de 65 años y más disminuyó (fue el único grupo que mejoró). Los programas de apoyo dirigidos a adultos mayores también parecen haber sido exitosos. Otra muestra de ello es que la población de 65 años y mayores que no cuenta con una pensión de adulto mayor o que cuenta con una pensión cuyo monto es menor a la línea de la pobreza disminuyó en casi 30%. 

Hay muchas cosas que el gobierno de López Obrador puede aprender del reporte para mejorar sus políticas contra la pobreza y promover la movilidad social, aunque dudo que lo haga. El Presidente ya lo descalificó con su famosa frase: “yo tengo otros datos”. 

*Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente el 12 de agosto de 2021 en Milenio Diario.

2021-08-12T11:52:08-05:00