Menores comisiones = mejor jubilación
Julio Serrano*
Entiendo por qué están enojadas las afore. El ajuste obligatorio en las comisiones que cobran sobre activos administrados será significativo. De un promedio de 0.81% en 2021 se reducirá a 0.57% en 2022; una contracción de 30%. Sin embargo, la mayoría de los argumentos que se han expuesto en contra de esta medida me parecen poco convincentes.
El que más he escuchado es que la drástica reducción en las comisiones afectará la capacidad de operar y de competir de las afore. Esta es la misma defensa que han asumido a lo largo de los años ante reclamos similares de que cobran muy caro y nunca se han cumplido las profecías de una debacle de la industria. De hecho, las comisiones se han reducido a menos de la mitad en los últimos 13 años y las Afore siguen siendo buenos negocios para sus dueños.
La razón es que cuentan con importantes economías de escala; esto es, los costos se reducen conforme aumentan los fondos administrados. Administrar 50 mil millones de pesos no es mucho más costoso que administrar 500 mil millones de pesos. El número de analistas, manejadores de fondos y empleados en general que se requieren no cambia de manera sustantiva. Los ahorros de los trabajadores que manejan las afore se han multiplicado por cinco de 2009 a la fecha. Es por esto que su rentabilidad se mantiene muy atractiva pese a que las comisiones se han partido a la mitad en el mismo periodo.
Otro argumento es que mayores comisiones siempre se traducen en mejor servicio y mayores rendimientos. Esto no es cierto. Hay Afores que cobran más y rinden menos que otras más baratas. Lo opuesto también ocurre. De hecho, un determinante clave en los rendimientos de un fondo es el costo. Y como un gran porcentaje de los fondos de ahorro para el retiro se invierten a muy largo plazo, una reducción en el monto de las comisiones (aunque sea menor) puede tener un fuerte impacto en el monto disponible para la jubilación de los trabajadores. La Consar estima que el reciente tope a las comisiones elevará 6% la pensión mensual; una mejora nada despreciable.
El argumento en contra del ajuste obligatorio de comisiones que en mi opinión sí tiene peso es que el gobierno está imponiendo un control de precios. Mi preferencia es siempre que el mercado se encargue de reducir los precios de productos y servicios, y que el gobierno no meta mano. En industrias que no hay competencia, su responsabilidad es crearla, para así evitar que los jugadores dominantes aprovechen su poder para cobrar precios altos. No siempre se puede.
No todo son malas noticias para las afore. El año pasado se aprobó un aumento en las aportaciones patronales para el retiro de los trabajadores. El aumento será gradual y comenzará en 2023 para más que duplicarse en 2031. El alza en los recursos que administrarán por las crecientes aportaciones patronales les permitirá a las Afore generar ingresos para compensar el ajuste en las comisiones que viene el próximo año.
*Integrante del Consejo Directivo del CEEY. Correo: [email protected]. Columna publicada originalmente en Milenio el 18 de noviembre de 2021.