¿Por qué debemos hablar de movilidad social en la cena?
Diego Alberto López Tamayo
Participante XI Escuela de Verano sobre Movilidad Social
Todos conocemos una historia de éxito donde una persona «pobre» sobrepasa toda adversidad para alcanzar el «éxito». Libros, películas y música están llenos de historias como estas. Hay algo atractivo en la idea de que cualquiera puede lograrlo si se esfuerza lo suficiente y para muchos, una estructura social ideal sería aquella donde cada quien puede obtener lo que desea a través de su esfuerzo. En muchas familias esta es la idea detrás de la motivación a los menores para estudiar, trabajar, esforzarse y salir adelante. Es una noción popular sobre movilidad social.
Hablar de movilidad social en nuestro país es abrir la puerta a una serie de ideas y percepciones que varían entre regiones, entre localidades e incluso entre individuos de una misma familia. Cualquier persona que se interese en investigar sobre el tema encontrará en su primera búsqueda una gran diversidad de definiciones, datos y propuestas de política que abordan temas como la desigualdad de ingreso, meritocracia, pobreza, derechos sociales y metodologías de medición. Muchas veces esta información no es accesible para las personas ajenas a las ciencias sociales.
Instituciones como el CEEY dedican gran parte de sus actividades al estudio y divulgación de la movilidad social para poder alcanzar un público más amplio, así como abrir la discusión sobre este tema tan importante para la sociedad mexicana, con una movilidad social tan baja donde 74 de cada 100 mexicanos que nacen en condiciones de pobreza se quedan en pobreza (Orozco et al. 2019). Entonces, ¿por qué sería importante llevar el debate sobre movilidad social al seno de la familia?
Una primera respuesta es porque la movilidad social nos involucra a todas y todos. Las familias, a veces sin notarlo, reproducen sus propias percepciones sobre la movilidad entre generaciones. Esto sucede desde el momento en que los padres desean un futuro mejor para sus hijas(os) y toman decisiones para alcanzar esa meta, por ejemplo:
- Decidir la distribución de actividades laborales y de cuidado, donde las mujeres destinan mayor tiempo en actividades del hogar y esto impacta negativamente en su trayectoria laboral y su movilidad social (Aguilar-Gómez et al. 2019).
- Decidir sobre la educación para las(os) menores, donde se ha mostrado que la desigualdad de oportunidades viene desde el desigual acceso a servicios de salud y educación de calidad (Bernal y Camacho 2012).
Una segunda razón para hablar sobre movilidad social en casa es porque la percepción que tengamos sobre la desigualdad importa. Un estudio reciente muestra que la percepción de los mexicanos sobre estos temas está relacionada con las preferencias de redistribución (Campos-Vázquez et al. 2020).
Estas dos razones, no exhaustivas, sobre la importancia de difundir el tema de movilidad social nos llevan a la segunda pregunta: ¿cómo llevar el tema al interior de la familia?
En primer lugar, debemos romper con el mito de la meritocracia, deconstruir las historias de «éxito» para entender que el esfuerzo es el menor de los determinantes de movilidad social, entender la importancia del capital social, cultural y económico que se hereda entre generaciones que impiden tener un piso parejo de oportunidades.
En segundo lugar, abrir la discusión sobre la percepción de movilidad con nuestros padres y hermanas(os) para que haya una mayor consciencia de clase y una percepción adecuada de nuestra posición relativa en la distribución del ingreso, idea central al momento de hacer política como ciudadanos (Ríos, 2020).
Los esfuerzos de académicos, instituciones y la sociedad civil son importantes, pero es igual de importante que a nivel individual abramos la discusión en el origen de muchos de los mitos alrededor de la desigualdad y movilidad social: la familia.
Referencias:
Aguilar-Gómez, S., E. Arceo-Gómez y E. De la Cruz Toledo (2019) «Inside the Black Box of Child Penalties», SSRN Scholarly Paper ID 3497089, Social Science Research Network.
Bernal, R. y A. Camacho (2012) «La Política de Primera Infancia en el Contexto de la Equidad y Movilidad Social en Colombia», Documentos CEDE Núm. 010313, Universidad de los Andes – CEDE.
Campos-Vázquez, R., A. Krozer, A. Ramírez-Álvarez, R. de la Torre, y R. Vélez (2020) «Perceptions of Inequality and Social Mobility. Documento de trabajo CEEY, Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Orozco, M., R. Espinosa, C. Fonseca y R. Vélez (2019) Informe de Movilidad Social en México 2019, México: Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Ríos, V. (2020, julio 6) «No, no eres clase media». The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2020/07/06/espanol/opinion/clase-media-mexico.html