Elecciones en México: inclusión financiera para todos

Impulsar el crecimiento de la economía es un elemento clave en las propuestas que los candidatos presentan durante sus campañas para las elecciones en México; ello, junto con una inclusión financiera responsable, puede coadyuvar de manera importante a una reducción en la desigualdad económica que vivimos actualmente.

Las oportunidades de acceso a diferentes instrumentos financieros formales que nos permitan ahorrar, obtener un crédito o adquirir un seguro para enfrentar una situación imprevista, están directamente relacionadas con las condiciones macroeconómicas del país y pueden tener un impacto sustancial en la reducción de la pobreza. De ahí la importancia de presentar planes para fortalecer y en su caso rediseñar las políticas correspondientes.

Si bien las expectativas del Banco Mundial para la recuperación económica de nuestro país a partir de finales de 2018 y principios de 2019 son positivas en términos generales[1], el crecimiento del Producto Interno Bruto y la inversión difícilmente llegarán a los niveles deseados en el corto plazo, lo que resalta la importancia de continuar promoviendo la creación de mecanismos que permitan un sistema financiero más incluyente y penetrante.

La Inclusión Financiera en México

En octubre de 2011 se creó el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF), con el propósito de “…proponer medidas para la planeación, formulación, instrumentación, ejecución y seguimiento de una Política Nacional de Inclusión Financiera”[2]. Esta Política fue publicada a mediados de 2016 y representa un importante primer paso que se sustenta en cuatro componentes: acceso, uso, protección al consumidor y educación financiera.

Las acciones enfocadas a la inclusión financiera, realizadas a partir de la Reforma Financiera de 2014, han permitido establecer una estructura inicial y un avance significativo en este tema, pero aún existen condiciones de exclusión y es particularmente relevante la percepción de la población al respecto de los servicios financieros. Este último punto se contempla en la Estrategia Nacional de Educación Financiera, encaminada a desarrollar las capacidades y habilidades financieras de la población para que hagan un uso bien informado de los servicios a su disposición.

Al igual que con otros factores influyentes en la movilidad social, la inclusión financiera no sólo se ve afectada por elementos estrictamente vinculados al tema de los instrumentos financieros. La informalidad en el mercado laboral y las condiciones educativas también tienen un efecto negativo en la inclusión financiera, y es por ello que debemos tomar en cuenta que las propuestas de políticas públicas de los candidatos presidenciales sean incluyentes e integrales.

La inclusión financiera es un motor para la reducción de la desigualdad y ha demostrado tener un importante impacto en la macroeconomía. De igual manera, el Banco Mundial la considera como un “factor clave para reducir la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida… un elemento que propicia 7 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible”[3], convirtiéndose así en una prioridad para el desarrollo social en México y el mundo.

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2018-05-29T17:32:46-05:00