Inclusión financiera en México: las mujeres y el mercado laboral

La participación laboral de las mujeres y otros factores, afectan directamente a su inclusión financiera en México, y en el mundo en general.

La desigualdad de oportunidades que implica la brecha de género se extiende a la capacidad de acceso de las mujeres al sistema financiero, lo que, aunado a las características del comportamiento que—en términos generales—tienen las mujeres con respecto al manejo de sus finanzas, les hace ser más vulnerables que los hombres en materia de su economía.

Menor participación es menor inclusión

Parte del problema de la baja participación de las mujeres en el mercado laboral formal tiene su origen en las causas de deserción escolar y en los roles asignados por la sociedad a las mujeres. La discriminación laboral y el trabajo no remunerado se añaden a los factores anteriores, incidiendo negativamente en la inclusión financiera de las mujeres ya que cuentan con menos recursos que los hombres para ahorrar o invertir en emprendimientos productivos y formales.

De acuerdo a la OCDE, las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de ser parte de grupos vulnerables en lo que toca a la inserción laboral y el desarrollo de habilidades, como se menciona en el reporte de política pública Educación y trabajo digno, un camino hacia la movilidad social, del CEEY. Lo anterior refleja la necesidad de continuar impulsando la educación financiera de las mujeres, enfocada a sus necesidades particulares para que desarrollen hábitos y habilidades financieras adecuados, los que además serán transmitidos a sus hijos.

Por otro lado, las mujeres enfrentan el problema de ser más longevas que los hombres pero tener en promedio vidas laborales más cortas y menores ingresos, lo que afecta su capacidad de acumular recursos de los que puedan disponer en su vejez, generando una carga para sus familiares y contribuyendo a la persistencia de la pobreza: el noveno Reporte Nacional de Inclusión Financiera indica que, al cierre de 2017, menos del 40% de las cuentas de ahorro para el retiro eran de mujeres.

Esto da lugar a un  efecto negativo adicional: el estrés financiero. Según datos de la Fundación Grameen, las mujeres presentan mayor estrés financiero que los hombres, con efectos negativos para su salud y para su economía. Las desventajas financieras de las mujeres se multiplican, entre otras razones, al ser excluidas o discriminadas laboralmente, lo mismo como individuos que como posibles emprendedoras, a pesar del importante papel que ellas juegan en el establecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas. Se requiere de políticas públicas que apoyen la inclusión financiera de las mujeres e impulsen la movilidad social en México.

2019-08-23T13:22:41-05:00