Ninis: ¿decisión propia o falta de desarrollo con equidad social?

Las oportunidades de desarrollo con equidad social juegan un importante papel en la situación de millones de jóvenes entre los 15 y los 24 años de edad en el mundo que ni estudian ni trabajan: los ‘ninis’.

Al contrario de lo que tradicionalmente se cree, un gran número de ninis desarrollan actividades productivas, pero están fuera de un contexto laboral convencional y para conocer con precisión las razones detrás de esta situación se necesita estudiar a fondo este fenómeno, del que apenas están saliendo datos a la luz.

Global, pero no igual

Como se reporta en el estudio Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar?, en América Latina y el Caribe hay más de 20 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan ni se capacitan (ninis). Determinar las razones detrás de la decisión de los jóvenes de no estudiar o de no incorporarse al mercado laboral requiere de un análisis exhaustivo de las características de estos jóvenes en diferentes dimensiones, integrado con las condiciones de su entorno social y económico.

Entre otros factores, los indicadores de trabajo en la región de América Latina y el Caribe muestran una amplia brecha en las condiciones entre los jóvenes y los adultos, lo que puede influir negativamente en esas decisiones al ver disminuidas sus aspiraciones y expectativas de desarrollo laboral. Asimismo, resulta significativo que el nivel de logro educativo de estos jóvenes se asocia directamente con el de sus padres. En ese sentido, a pesar de que existe un avance absoluto en el promedio de escolaridad, continúa existiendo estratificación: destaca que los padres de los nini son los que menos movilidad social ascendente experimentaron en cuanto a la condición de riqueza.

Si en este análisis incluimos la discriminación y la desigualdad de oportunidades por cuestiones de género, y añadimos las condiciones de maternidad o de roles tradicionales que aún persisten en algunos sectores de la sociedad, podemos ver la complejidad de este asunto. En el marco del estudio mencionado arriba, para el caso de México los resultados obtenidos por el CEEY nos indican que los ninis no son ociosos, y que por el contrario, muchos de ellos aspiran a obtener un empleo digno o a regresar al sistema educativo. Sin embargo, para que esto suceda se requiere de políticas públicas dirigidas particularmente a este sector, que coadyuven a la reducción de las conductas de riesgo entre los jóvenes y promuevan la permanencia escolar.

Los programas que resulten de estas políticas deberán contar con herramientas de diagnóstico que permitan evaluar tanto los procesos como los resultados en los diferentes grupos de jóvenes, con el propósito de determinar eficazmente la distribución de recursos y ser capaces de modificar la estructura de los programas conforme se requiera. Los jóvenes que ni trabajan ni estudian ni se capacitan representan una fuerza potencial para el desarrollo del país y su inclusión debe ser prioritaria, de tal manera que sus decisiones se den en un entorno de igualdad de ‬oportunidades.