La relevancia de promover la igualdad de oportunidades en México

Para subir los peldaños de la escala socioeconómica se requiere de que exista un entorno favorable a la igualdad de oportunidades en México y que así podamos explotar nuestro talento y nuestras habilidades, sin el agobio de circunstancias fuera de nuestro control que nos frenen.

Una vez que todos tengamos acceso a las herramientas que nos permitan alcanzar nuestras aspiraciones en un marco de igualdad y justicia, podremos movernos con mayor facilidad sin ser afectados por nuestra condición de origen.

Prosperidad compartida

En el reporte de política pública del CEEY El México del 2018: Movilidad Social para el Bienestar se resaltan los beneficios de una movilidad social impulsada por la igualdad de oportunidades y el crecimiento económico, reduciendo el estancamiento de las siguientes generaciones y generando condiciones de vida más parejas en una sociedad más equilibrada y estable: una prosperidad compartida.

Cuando se establecen mecanismos que coadyuvan a eliminar las desigualdades, se le está otorgando a los individuos la capacidad de elegir con libertad el camino que seguirán para alcanzar sus metas bajo sus propios términos, dando así dinamismo a la movilidad social, tanto en la movilidad absoluta como en la relativa.

De manera opuesta, la desigualdad de oportunidades puede ser acumulativa y generar permanencia en los estratos socioeconómicos al permitir que el peso del hogar de origen continúe teniendo una influencia negativa en el desarrollo de las personas. Esto se refleja, por poner un ejemplo, en el círculo vicioso de empleos precarios y baja productividad laboral generado por la las desigualdades educativas y la informalidad, como se discute en el libro Educación y Trabajo Digno. Un camino hacia la movilidad social del CEEY.

Gozar de igualdad de condiciones para acceder a un puesto de trabajo de calidad, herramientas financieras, servicios de salud y seguridad social y a la educación y capacitación requeridas significa tener mayores opciones de movilidad y crecimiento personal, fortaleciendo a la economía y el bienestar generales. La movilidad social en México es baja, lo que nos indica que la desigualdad de oportunidades y el peso de las circunstancias siguen afectando de manera importante la capacidad de los individuos para abandonar su estrato socioeconómico y moverse de manera ascendente.

A pesar de mostrar una mayor movilidad absoluta, las desventajas de origen aún tienen un gran impacto en ciertos grupos, particularmente en aquellos más vulnerables y en situación de pobreza. Se requiere impulsar la igualdad de oportunidades para eliminar la precariedad laboral, la brecha de género, y otros factores que afectan adversamente al desarrollo y la movilidad social del país.