Elecciones en México: ¿cómo saber por quién votar?

Tomamos decisiones todos los días, pero saber por quién votar en las próximas elecciones en México no es exactamente una cuestión menor y por ello tenemos que estar bien informados y ser capaces de analizar la información de manera objetiva.

Si bien muchos de nosotros ya hemos determinado cuál de los candidatos presidenciales es nuestro favorito, aún existe un número importante de electores indecisos. Las razones para dicha incertidumbre son muchas y muy variadas, y aun cuando no existe un consenso al respecto, es posible que los rápidos cambios en el entorno político reciente sean un factor relevante.

Diversos factores como el cambio de posturas tradicionales en los diferentes partidos, la aparición de un número sin precedente de candidatos independientes, las coaliciones y alianzas, entre otros, han generado un inusual clima electoral en el que se oscurece la apreciación de las condiciones predominantes y se dificulta nuestra capacidad para elaborar un pronóstico acertado. Es natural que bajo este tipo de circunstancias se complique nuestra decisión.

¿Quién es el candidato ideal para estas elecciones en México?

Este es un cuestionamiento que no puede tener una respuesta definitiva en una democracia. A pesar de que los intereses de la población en general deberían estar por encima de los intereses individuales de los votantes, no podemos dejar de considerar que a final de cuentas es la suma de las necesidades y derechos de los individuos la que determina el bienestar colectivo de una nación. En términos prácticos, y más aún para una nación como la nuestra, con más de 125 millones de ciudadanos viviendo en regiones diversas y con diferentes necesidades, ser completamente objetivo es prácticamente imposible.

Es aquí donde entra en juego nuestra capacidad para analizar la información disponible y poder obtener conclusiones lo más posiblemente realistas en lo que se refiere a la idoneidad de los candidatos para los cargos que pretenden y su habilidad para contribuir de manera efectiva al fortalecimiento y desarrollo de instituciones y sistemas como los de salud, educación o trabajo en México. Para ello requerimos de una variedad de elementos que nos permitan construir una opinión informada y objetiva (y no sólo una confirmación de nuestras preferencias y sesgos personales), entre los que destacan los medios de comunicación y nuestra habilidad para discernir la veracidad de la información difundida.

Cultivar una opinión informada y objetiva

Por supuesto que podríamos decir que el candidato ideal es simplemente aquel que llevará al país por el mejor camino, sin embargo, lo difícil para aquellos que aún están indecisos es CÓMO llegar a la conclusión correcta, y no existe una respuesta que cubra todos los aspectos necesarios. Por ejemplo, las encuestas presidenciales de intención de voto conllevan una cierta relevancia como elemento para nuestra toma de decisiones al darle a la opinión de la ciudadanía un peso equitativo y, si revisamos diferentes encuestas y las comparamos, contrastando la información de éstas con los análisis de los medios informativos, podremos ir formándonos un panorama más amplio y equilibrado –aunque no exhaustivo– de las posturas, no sólo de nuestros conciudadanos sino también de los demás actores políticos.

También están los portales especializados en los que podemos acceder a las campañas de los partidos y de los candidatos en particular, enterarnos de sus propuestas para políticas públicas en México o sus posturas ante las políticas internacionales, ver el desempeño que han tenido como servidores públicos de ser el caso, etc. Al igual que en todas nuestras decisiones cotidianas, la clave está en la información, y debemos asegurarnos de que ésta sea integral y confiable para que nuestras conclusiones estén dirigidas por consideraciones realistas y sólidas.

Determinar con seguridad por quién votar en las próximas elecciones en México no es un proceso sencillo para los millones de electores que aún se encuentran indecisos, sin embargo, no podemos optar por la inacción ignorando la relevancia de nuestro sufragio; debemos informarnos para tomar la decisión más correcta y hacer valer nuestras voces en el libre ejercicio de nuestro derecho a elegir a nuestros representantes.